El primer ministo de La India, Narendra Modi, ha ordenado este martes el confinamiento total del país, en el que viven 1.300 millones de habitantes, durante tres semanas como medida para frenar la expansión del coronavirus.
"A partir de medianoche, todo el país está confinado. Para salvar a India, para salvar a cada ciudadano, a ustedes, a sus familias", dijo Modi en un discurso televisado.
Hasta ahora, treinta estados ya habían impuesto el aislamiento forzado, incluyendo Maharashtra (al que pertenece Bombay). Con todo, hasta este lunes había 536 infectados y 10 fallecidos en el país, un número pequeño teniendo en cuenta que se trata del segundo más poblado en el mundo y que acoge casi un cuarto de la población mundial.
Las medidas tomadas hasta ahora en el país han sido alabadas y criticadas a partes iguales. Por una parte, la OMS ha subrayado su "espectacular" respuesta, basada en gran medida en el cierre de fronteras y el control de viajeros, pero por otra parte se ha apuntado a que el reducido número de pruebas realizadas (unas 10 por cada millón de habitantes)podría ocultar un número mucho mayor de casos.
Más adelante, se decretó el confinamiento en muchas de las grandes ciudades, incluyendo la capital. Con todo, la postura oficial de India hasta este martes era que el virus no había penetrado en su sociedad; si realmente las cifras son mayores, podría rápidamente provocar la sobrecarga de un sistema sanitario frágil, desigual y poco desarrollado (India apenas invierte un 1,28% de su PIB en sanidad), con apenas 8 médicos por cada 10.000 habitantes y un hospital público para cada 55.000 personas. El acceso a facilidades sanitarias, así, resulta complicado para 365 millones de ciudadanos que viven por debajo del umbral de la pobreza y para los cuales los centros privados son imposibles de costear.
Además, a pesar de que en términos relativos la población de La India es joven (sólo el 8% supera los 60 años), lo que podría implicar una menor tasa de mortalidad, ese porcentaje sigue suponiendo que 100 millones de personas pertenecen a este grupo de riesgo.
Nepal también comienza el confinamiento
Nepal comenzó este martes su periodo obligatorio de confinamiento de una semana para contener los contagios por coronavirus, una dura medida para este país con altos índices de pobreza, que deja a cientos de miles de asalariados diarios afectados por el cierre del 90% de las pequeñas empresas.
La medida, que se decidió anoche, se acordó horas después de que se confirmara un segundo caso de coronavirus en Nepal, un estudiante nepalí de 19 años que había regresado de Francia a través de Catar.
Alrededor del 90% de las pequeñas y medianas empresas ya han cerrado sus puertas, dijo el presidente de la Federación de Pequeñas Industrias de Nepal, Umesh Prasad Singh.
Asimismo "la mayoría de las empresas de exportación están al borde del cierre", añadió.
El turismo ha sido el sector más afectado en el país debido a la decisión del gobierno de cancelar todos los visados a la llegada y suspender los vuelos y las expediciones de montaña durante la temporada alta, que va de marzo a mayo, incluidas las escaladas al Everest.
La decisión tomada por el comité de alto nivel, puestas en marcha hoy, prohíbe todos los movimientos públicos fuera del hogar, excepto para buscar atención médica o para comprar alimentos esenciales. Además los vehículos públicos y privados, excepto aquellos con permiso previo, de las fuerzas de seguridad o de los de los trabajadores de la salud, también están restringidos de las calles.
También las industrias privadas, a excepción de aquellas involucradas en el sector médico, alimentos, agua potable, leche y combustible, deberán enviar a sus empleados con licencia.
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