Las autoridades han quemado más de 4.000 piezas procedentes de 48 especies de animales salvajes en protesta por la caza furtiva.
"Los animales representan la biodiversidad sólo si están vivos", ha declarado el ministro de Asuntos Exteriores del país, encargado de prender la hoguera.
Algunas piezas se conservarán para su estudio y en el lugar se construirá un monumento en favor de la conservación de especies amenazadas.