El constructor granadino José Ávila Rojas, que se sienta desde hoy en el banquillo por defraudar a Hacienda en la venta de dos fincas de Marbella, se ha mostrado convencido de su inocencia porque tiene "las cuentas claras" con este organismo.

Ávila Rojas, que se enfrenta a una petición fiscal de ocho años de cárcel por dos delitos contra la Hacienda Pública, ha asegurado que el juicio demostrará que se le acusa de unos hechos que no ha cometido.

"Nunca he tenido problemas con nadie y no creo que los vaya a tener ahora", ha sentenciado el procesado, que además está imputado en el caso Malaya contra la corrupción inmobiliaria en Marbella.

Repercusión social

En este sentido, el constructor ha dicho que tendrá que "pasar el trago y aguantar" la repercusión social que le supone estar implicado en ese caso, aunque ha incidido en su inocencia y en que su vida "no es estar en los juzgados sino haciendo casas y vendiéndolas".

Sólo firmó la escritura

Al respecto, ha asegurado que fueron sus socios de la mercantil CCF 21 SA, propietaria de la mitad de las fincas, quienes hicieron los trámites y que él se limitó a firmar una escritura, por lo que inicialmente no supo que le habían pagado una cantidad en concepto de IVA que no declaró.

"Ese IVA no lo incluí en el IRPF porque no sabía que lo había cobrado", ha aclarado el acusado, quien según su declaración sólo tuvo conocimiento de ese aspecto tras recibir la escritura de compra-venta en la que indebidamente se incluyó dicho impuesto.

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