No es la única zona. Las mismas fuentes añaden que estos animales suelen ser adiestrados «en las partes traseras de los Castillos de Santa Bárbara y San Fernando, Fontcalent y en los polígonos industriales de Elche». En el resto de la provincia también se han dado este tipo de combates clandestinos «en Petrer, Benidorm y la Vega Baja». Para los agentes de las fuerzas de seguridad «es difícil pillar a los organizadores de estas peleas porque se realizan clandestinamente y ya les ponen sobre aviso».

Desde la Sociedad Protectora de Animales de Alicante observan, por su parte, «la disminución de este tipo de peleas porque nos llegan pocos perros heridos; antes entraban más», asegura su presidente, Raúl Mérida. Sin embargo, la entrada de gallos heridos «es mayor; al menos llega uno al mes, la mayoría llegan de peleas y tras la intervención policial», añade Mérida.

Hace un mes la Policía Nacional detuvo a un hombre en el barrio de Colonia Requena cuando estaba preparando una pelea de gallos. Y en marzo también arrestaron a cinco menores en Virgen del Carmen a los que se les intervinieron tres gallos de pelea.

Hay 1.343 perros peligrosos

El número de perros potencialmente peligrosos (que son los utilizados en las peleas clandestinas) ha crecido un 13,3% en los dos últimos años, según datos de la Concejalía de Sanidad. En la actualidad hay censados 1.343 canes de estas características, frente a los 1.185 de 2005. Entre ellos predominan los rottweiler (405), los american pit bull terrier (340) y los american staffordshire terrier. La concejalía recogió el año pasado de las calles de de la ciudad a 147 perros y 67 gatos abandonados.

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