Este teléfono es una de las seis versiones blancas que hizo Dalí con el innovador diseñador de interiores británico Syrie Maugham (1879-1955) para la casa del coleccionista de objetos surrealistas Edward James. Esta pieza, un clásico del Surrealismo, es uno de los iconos de la década de los treinta, y permite comprobar cómo este estilo artístico es capaz de modificar los objetos cotidianos y domésticos a través del humor. Funcional pese a su belleza, existen también cuatro versiones con langosta roja.

El Surrealismo aplicado a la moda: criada en un palacio, dueña de una visión privilegiada de las tendencias, Elsa Schiaparelli resume la estética del momento en este vestido esqueleto, que simboliza a todos los espíritus libres que eran los surrealistas. Odiada por Coco Chanel, audaz, muy sensual y artística, esta aristócrata italiana supo plasmar el exotismo en sus diseños y empezó a usar materiales inusuales en la costura, como también coloridos y combinaciones insólitas. Recuperó el glamour, evitó el look andrógino de décadas anteriores y tuvo a seguidoras como Katharine Hepburn, Claudette Colbert, Lauren Bacall o Marlene Dietrich.

Miró, uno de los artistas surrealistas más radicales (el fundador del Surrealismo, André Breton, dijo de él que era "el más surrealista" de todos ellos), era conocido por su afinidad al automatismo. Promovió el uso del ayuno, el insomnio y las drogas psicoactivas para inducir estados de alucinación que llevasen a crear arte que revelara el subconsciente.

El nuevo Simbolismo, con la expansión del Biomorfismo partiendo del Surrealismo, inspira la obra de Hans (Jean) Arp. Fundador del movimiento Dadá y nacido en Estrasburgo, fue el primero en desarrollar formas biomorfas curvilíneas semejantes a plantas o amebas que no tardaron en integrarse en todos los ámbitos del diseño a finales de los años cuarenta y comienzos de los cincuenta. El Bioformismo, conocido también como “forma libre”, denotaba asociaciones con lo subjetivo, pero también se convirtió en símbolo de tranquilidad y seguridad en plena era nuclear.

Nacido en Viena y muerto en México, Wolfgang Paalen comenzó a exhibir sus obras en Berlín, con un catálogo fuertemente influenciado por Julius Meier-Graefe, Nietzsche, Schopenhauer o Max Wertheimer. Es en París donde conoce a Varda y Georges Braque, estudia con Léger y se une al movimiento surrealista parisino en 1936. En 1939 recibe una invitación de Frida Kalho para conocer México. Culpable por haber huido del Holocausto, terminó suicidándose en 1959.