Los servicios antidroga de la Guardia Civil y la Policía Nacional han detectado un
Si antes estas redes utilizaban las lanchas para llevar el hachís a las costas andaluzas y murcianas (apenas hora y media de trayecto),
Cinco potentes motores
La vigilancia de las costas andaluzas ha obligado a los narcos a buscar zonas de desembarco menos ‘peligrosas'. Para ello utilizan lanchas con GPS cuya construcción está prohibida en España.
Miden entre 12 y 16 metros de eslora, con cascos reforzados con fibra de vidrio. Están propulsadas por cuatro o cinco motores de 200 caballos cada uno. Llevan hasta 30 bidones de gasolina aunque suelen tener además un doble fondo con capacidad para 5.000 litros, para realizar todo el viaje sin paradas.
Pueden transportar entre tres y cuatro toneladas de droga. Sólo en estos dos años, entre Alicante y Girona, se han interceptado 23 lanchas con más de 1.000 kilos de carga cada una.
Playa privada en Tarragona
Una red de narcos (desarticulada en febrero de este año) había llegado a comprar una pequeña finca (la Bassa de Arena) en la costa de Tarragona, que incluía una pequeña playa y una ría de acceso al mar. La finca, en el municipio de Deltebre, era ideal para que este grupo desembarcara sin molestias la droga que traía en lanchas rápidas desde Marruecos.
La Policía detuvo a seis personas cuando descargaban 3.000 kilos de hachís. Sólo en 2007, la Policía se incautó en las costas de Tarragona de 40 kilos de esta droga.
En Cataluña ya se decomisa el 7% del total de hachís que se interviene en España. En Andalucía, sobre todo por la cercanía con Marruecos y a pesar de la vigilancia del SIVE, se decomisa el 55% del hachís. En Murcia el 15% y en la comunidad valenciana otro 20%. En 2007 también se interceptaron varias lanchas con alijos cuando arribaban a Ibiza.
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