Internet ha permitido el auge de la economía colaborativa, consistente en compartir gastos con desconocidos gracias a las nuevas plataformas digitales.

Viajes y transporte compartido. Viajar solo puede resultar caro. Pero ya existen fórmulas para evitarlo como la plataforma BlaBlaCar, cuyo objetivo es reunir pasajeros hacia un mismo destino para reducir gastos.

También en las grandes ciudades hay empresas como Uber y Cabify, más enfocadas a realizar desplazamientos cortos, como el de ir al trabajo.

Alquiler de trasteros, garajes y bicis. LetMeSpace es una plataforma para alquilar trasteros, párquines o altillos entre vecinos de una misma zona. WeSmartPark permite rentabilizar las plazas privadas las horas que no se usan; y con Spinlister se puede arrendar bicis, tablas de surf y de snowboard.

Hacer de guía turístico. Compartir una comida o una cena en casa. Hacer de guía turístico en la ciudad o localidad donde vives o realizar una excursión... Son algunas de las opciones que recoge la plataforma Withlocals.

Comprar y vender objetos usados. Wallapop ha irrumpido en España con grán éxito. Es un gran escaparate donde se puede poner a la venta aquello que ya no usamos a un precio atractivo para el comprador.

Cuidado de las mascotas. Gudog es uno de los ejemplos de alternativa a las residencias caninas. Cuidan de la mascota cuando el dueño se marcha de viaje, pero también durante el día o para dar un paseo.

Préstamos personales. Zank pone en contacto a personas que buscan un préstamo y otras que ofrecen su dinero a cambio de obtener una rentabilidad. Se trata de una plataforma de crowdlending.

Alojamiento vacacional. Desde un apartamento hasta un castillo; todo es posible para alojarse durante las vacaciones. Son opciones que se pueden encontrar en las plataformas Airbnb o Homeway.

Ayuda en el hogar. CronoShare te ayuda a encontrar profesionales para la limpieza en el hogar, reparaciones u obras, clases particulares, cuidado de mascotas o para mudanzas y transportes.