Ha sido larga y agria, pero pasará a la historia por "insólita". Los analistas políticos definen así la campaña en EE UU que termina este martes, 8 de noviembre, con más de 220 millones de estadounidenses llamados a elegir al próximo ocupante del despacho oval de la Casa Blanca entre la candidata demócrata Hillary Clinton, que sería la primera mujer presidente, y el republicano, Donald Trump, que sería el de mayor edad.

¿Por qué es la más insólita? Por un cúmulo de factores entre los que destacan "dos candidatos absolutamente antagónicos, impopulares ambos, muy dura en ataques personales y con mensajes tan negativos que han polarizado a la población", explica Carlota García Encina, investigadora experta en EEUU del Real Instituto Elcano.

Hillary Clinton y Donald Trump, en efecto, son los candidatos más denostados de toda la historia presidencial moderna americana. Y eso que la demócrata ha mantenido toda la campaña índices de popularidad menos malos que los de su contrincante.

A estas elecciones se las ha llamado, de hecho, las "del mal menor" por tener que optar entre un candidato sin ninguna experiencia política y que se declara abiertamente 'antisistema' y una mujer que lleva treinta años en política y por ello se ha ganado enemigos durante décadas, añaden los analistas.

Aunque las últimas encuestas dieran una ligera ventaja a Clinton sobre Trump, éste último tiene posibilidades de hacerle frente precisamente porque, a pesar de sus credenciales, Hillary Clinton –"la candidata mejor preparada de la historia, según Barack Obama– resulta impopular.

El debate que ha intentado Trump que calara en esta campaña ha sido el de la necesidad de romper con todo lo que representa Clinton, con la inmovilista élite política de Washington. Por eso se ha erigido en representante de la voz de "los olvidados". Está por ver cuanto electorado se ve reflejado en lo que García Encina describe como "la desencantada clase media americana, que no considera que la recuperación le haya llegado y que está ansiosa por volver a creer en el sueño americano que encarna Trump".

Por su parte, los demócratas han acuñado el discurso del miedo y de la falta de cualificación de su oponente. Han defendido que para llevar las riendas del país hace falta un presidente con experiencia política, algo en lo que su candidata desbanca a Trump.

La larga campaña electoral, que ya se inició con unas enconadas primarias en ambos bandos, ha dejado un "clima enrarecido y una población muy polarizada".

Ahora las 'dos américas' también se dividen entre las que leen noticias en los periódicos y las que solo ven televisión. Entre los que dan más importancia a la investigación del FBI a Hillary Clinton por usar un servidor privado para enviar emails oficiales siendo secretaria de Estado, o los que descubren por la prensa los supuestos fraudes cometidos por el emporio empresarial del magnate republicano.

Los cara a cara de los tres debates electorales han sido, además, de los más fieros en el terreno de lo personal que se recuerdan en EE UU.

Donald Trump ha llamado "asquerosa" a su competidora. Mientras tanto, la campaña de Clinton ha hecho lo posible por remarcar el perfil "racista" y "misógino" del empresario. Ahí, el propio candidato ha ayudado a su oponente con numerosas declaraciones fuera de lugar, ataques proferidos contra las minorías raciales, como la hispana, y contra las mujeres, dos colectivos que precisamente este martes resultarán decisivos. Si salen a votar masivamente.

Investigada. Aunque el FBI no viera delito en los emails, arrastra el escándalo por usar una cuenta privada de correo con información reservada.

Débil. Sufrió un desmayo en un acto público por una neumonía y sus contrincantes dudaron de su buena salud.

Elitista. Los analistas creen que falló al electorado al otorgar más valor a la reducción de la deuda que a la bajada de impuestos, que es lo que toca a los votantes.

Tibia. Una declaración: "EEUU está donde tiene que estar contra el Isis" le trajo muchas críticas.

Sin carisma. Sus asesores de imagen han intentado humanizar a la candidata, que es vista por parte del electorado como fría, distante y demasiado cerebral.

Racista. Calificó a los inmigrantes que cruzan por México como "criminales" que pasan droga y cometen delitos. Dijo que prohibiría la entrada de musulmanes al país.

Machista. Además de insultar a Clinton,salió un vídeo de 2005 en el que presumía de abusar de las mujeres por su fama.

Inexperto. Le han arreciado críticas por no tener ninguna experiencia política previa.

Antisistema. En el último debate dijo que no reconocería los resultado si ganaba Clinton, sugiriendo un posible amaño electoral.

Defraudador. No ha hecho público su información fiscal, pero se han adjudicado varios supuestos fraudes.