Así es el complejo sistema electoral que decidirá el futuro presidente de Estados Unidos

El presidente de EE UU Barack Obama visita un centro de votación en Chicago.
El presidente de EE UU Barack Obama visita un centro de votación en Chicago.
GTRES
El presidente de EE UU Barack Obama visita un centro de votación en Chicago.

Con un sistema electoral complejo y muy diferente al español, este 8 de noviembre los ciudadanos de EE UU votarán al sucesor de Obama en la Casa Blanca. El escenario no tiene precedentes: por el bando republicano aspira a sentarse en el despacho oval el polémico y extravangante multimillonario Donald Trump; en el bando demócrata se encuentra la ambiciosa veterana política y exsecretaria de Estado, Hillary Clinton.

Estas son algunas de la claves para entender cómo funciona este sistema que pondrá nombre al presidente del país más poderoso del mundo:

¿Cada cuántos años se celebran elecciones en  EE UU?

La ley marca que las elecciones presidenciales del país norteamericano deben celebrarse el siguiente martes después del primer lunes del mes de noviembre de los años bisiestos. Se estableció el mes de noviembre porque no es invierno y el transporte era más fácil para los electores. Cabe tener en cuenta que cuando se estableció la norma, a finales del siglo XIX, gran parte de la población se dedicaba al sector agrario y la mayoría se desplazaba en carros de caballos  El que se fijara en martes tiene un único propósito: no coincidir con la festividad de Todos los Santos y así el elector tenía más tiempo para desplazarse con el festivo previo.

*Haz clic en las imágenes para ver los perfiles de los candidatos.

¿Podría Obama repetir candidatura presidencial?
No. A diferencia de España donde no hay limitaciones, la constitución estadounidense restringe la presidencia a dos legislaturas. Este 2016 Obama agota sus 8 años al frente de la presidencia. 

¿Los ciudadanos votan a su candidato a presidente?

Aunque Clinton, Trump y los desapercibidos candidatos independientes compiten para ganar el voto popular, EE UU es el único país del mundo con sistema de sufragio indirecto donde la elección del presidente se decide con los votos del Colegio Electoral, un sistema con 229 años de historia.

¿Cómo funciona el sistema del Colegio Electoral?

Los ciudadanos no eligen directamente al candidato, sino que con su voto delegan esa función en los 538 compromisarios o electores –nominados por los partidos políticos– que, en su nombre, votarán en los 50 estados del país y el Distrito de Columbia (sede de la capital). Es decir, cuando el ciudadano de un estado deposita su papeleta con el voto a un candidato presidencial está pidiendo que los electores o compromisarios de su estado voten en el colegio electoral por su aspirante.  Este número de compromisarios es equivalente a los congresistas de la Cámara de Representantes (435), más los legisladores del Senado (100), más los tres delegados que aporta el distrito de Columbia. Así, Clinton y Trump necesitan una mayoría de 270 votos para ganar las elecciones.

¿Por qué se vota a través de este sistema?

La votación por colegios electorales fue creada por los autores de la Constitución de EE UU tras descartar la elección directa por voto popular con el fin de proteger a los estados pequeños ante el poder de los grandes. Muchos expertos consideran que este sistema es democráticamente deficitario.

¿Tiene el mismo número de votos todos los estados?

No. Hay estados con mayor número de votos electorales -se asigna según el censo de 2010-, como es el caso de California (55), Texas (38), Florida y Nueva York (29), Pensilvania e Illinois (20) u Ohio (18). La gran mayoría de los estados (48 de 50) otorga sus votos electorales al aspirante que se adjudica la mayoría absoluta de los votos populares (de los ciudadanos). Las excepciones son Maine y Nebraska, que reparten los votos del Colegio Electoral mediante un sistema de representación proporcional. Hasta el momento, los sondeos sitúan a los candidatos principales muy ajustados.

GRÁFICO: CARLOS GÁMEZ.

¿Y si empata el voto popular con el electoral?

El ganador del voto electoral suele coincidir con el vencedor del voto popular, no obstante cuatro presidentes han sido elegidos tras perder en  número de votos en las urnas. El último fue en el 2000, George W. Bush, quien perdió el voto popular frente a Al Gore por una diferencia de 0,51 porcentuales, aunque acabó venciendo por 271 votos electorales frente a los 266 de su adversario. En caso de empate, la decisión de elegir al presidente pasa a la Cámara baja, donde cada delegación estatal dispone de un voto. El mismo proceso se aplica a la elección del vicepresidente en esa situación, pero la selección corre a cargo del Senado.

¿Y después del 8 de noviembre?

En la mayoría de los casos se anuncia al ganador en la noche electoral cuando hay una proyección sólida. Pero no será hasta el lunes que sigue al segundo miércoles de diciembre (este año el día 19) cuando los compromisarios se reúnan en los parlamentos estatales para emitir  su voto oficial para elegir al presidente y al vicepresidente. Los estados envían después los votos certificados al Senado, donde se ordenan –sin abrirlos–  y se depositan en dos cajas.

¿Puede un compromisario ser ‘infiel’ a su partido?

Se puede dar la circunstancia de que surjan electores desleales, es decir, que no voten por el candidato de su partido de acuerdo con el resultado de la elección popular, o  no voten por ningún aspirante. Hasta la fecha, ningún compromisario ‘infiel’ ha cambiado el resultado de unas elecciones presidenciales.

¿Cuándo se hace el recuento de votos electorales?

El 6 de enero, el Congreso se reúne en una sesión para contar los votos y declara a los ganadores. Ya el 20 de enero, día de la investidura, el presidente y el vicepresidente electos toman sus cargos en el Gobierno de EE UU.

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