Más de 600 marquesinas publicitarias del centro de París han aparecido vandalizadas por artistas urbanos para criticar el "control" que ejercen algunas megacorporaciones sobre la Cumbre del Clima de las Naciones Unidas (COP 21) que se celebra en la ciudad. El colectivo de activistas quieren poner de relieve " los vínculos entre la publicidad, el consumismo, la dependencia de combustibles fósiles y el cambio climático".

Las marquesinas han sido intervenidas —los promotores, prefieren usar el término vandalizadas— como parte de la acción Brandalism (neologismo del inglés brand, marca, y vandalism, vandalismo), una acción directa contra el "control corporativo" de las grandes empresas en los climatetalks —grupos de debate sobre el clima— que se celebran durante la cumbre.

Todos los soportes donde han sido colocados anuncios falsos son gestionados por JC Decaux, la empresa de origen francés que opera en 40 países, es la transnacional de publicidad al aire libre más poderosa del mundo y patrocinadora oficial del COP 21. Los anuncios de Brandalism [pueden verse en una galería web y hay también un vídeo sobre la instalación de los anuncios durante la noche] son de 80 artistas de 19 países. Los activistas usaron vestimenta similar a la de los operarios que se dedican a manejar la cartelería urbana.

Los creadores tienen claro que se trata de "obras no autorizadas" y que fueron situadas en la vía pública a pesar del estado de emergencia que impera en la ciudad tras los ataques del 13-N, pero asumen la responsabilidad y dicen que contaron con la ayuda de simpatizantes parisinos que comulgan con su idea de que la cumbre de la ONU es poco más que un espectáculo de cara a la galería.

"Tomamos posesión del espacio publicitario porque queremos denunciar el papel que juega la publicidad en la promoción de un consumismo insostenible", dicen en su declaración de intenciones. La industria de la publicidad "se alimenta nuestros deseos de productos basados en la explotación de los combustibles fósiles, que tienen un impacto directo sobre el cambio climático", añaden.

La publicidad vandalizada pertenece a "eminentes patrocinadores" de la cumbre,  como la empresa de transporte aéreo Air France o las del sector de la energía como Engie (exGDF-Suez) y la estadounidense Dow Chemicals. También hay cartelería que se refiere al reciente fraude de Volkswagen en el control de emisiones contaminantes de sus vehículos: "Sentimos que nos hayan pillado", dice un anuncio que emula a los del gran fabricante alemán de coches.

Han sido parodiados jefes de estado como el francés François Hollande, el estadounidense Barack Obama o el chino Shinzo Abi y otros carteles llaman a la gente a tomar la calle en el marco de los Climate Games (Juegos Climáticos), la competición "más grande del mundo de desobediencia ciudadana".

Bill Posters de Brandalism declara: "Después de los trágicos acontecimientos del 13 de noviembre en París, el gobierno ha optado por prohibir las grandes movilizaciones de la sociedad civil, pero los acontecimientos de las grandes empresas pueden mantenerse, pese a que se trata de las multinacionales responsables del cambio climático, a las que se consiente un lavado de cara ecológico para proseguir con sus modelos de negocio destructivos".

En el proyecto han colaborado artistas que también participaron en el parque temático Dismaland, que Banksy instaló en verano de 2015 en el Reino Unido, entre ellos Neta Harari, Jimmy Cauty, Paul Insect (quien comparte su estudio con Banksy), el español Escif y Kennard Phillips.