Un tren descarrila en Santiago de Compostela y deja al menos 79 víctimas mortales

Los servicios de emergencia sanitaria junto a las vías tras el accidente del tren Alvia que cubría la ruta entre Madrid y Ferrol y que ha descarrilado esta noche cuando ya estaba muy cerca de Santiago de Compostela.
Los servicios de emergencia sanitaria junto a las vías tras el accidente del tren Alvia que cubría la ruta entre Madrid y Ferrol y que ha descarrilado esta noche cuando ya estaba muy cerca de Santiago de Compostela.
EFE/Lavandeira Jr.
Los servicios de emergencia sanitaria junto a las vías tras el accidente del tren Alvia que cubría la ruta entre Madrid y Ferrol y que ha descarrilado esta noche cuando ya estaba muy cerca de Santiago de Compostela.

Un tren de pasajeros descarriló a última hora de la tarde de este miércoles 24 de julio y causó la muerte de al menos 79 personas y heridas de diversa consideración a unas 130. El suceso tuvo lugar en las proximidades de Santiago de Compostela, sin que por el momento se conozcan las causas aunque se baraja la excesiva velocidad. Renfe asegura que en el convoy, con capacidad para 262 pasajeros, viajaban 218 pasajeros más cinco miembros de la tripulación. El número inicial de fallecidos se incrementó al encontrar más cuerpos tras levantar un vagón.

De las 79 víctimas mortales, 73 fueron localizadas en el lugar en la tragedia, mientras que el resto han fallecido en los hospitales a los que habían sido trasladadas. Las instalaciones del Multiusos Fontes do Sar han sido habilitadas como tanatorio provisional. Ya se han identificado, por huellas o ADN, 53 de los 79 cadáveres encontrados, según la policia, y los familiares han empezado a recibir antes del mediodía de este jueves los primeros datos oficiales sobre fallecidos.

Según han confirmado fuentes oficiales, estos familiares son informados en el edificio Cersia, donde se ha habilitado el centro de atención, por un equipo integrado por agentes policiales y médicos. Posteriormente, voluntarios de Cruz Roja los acompañan hasta el Multiusos Fontes do Sar. Hasta el centro de atención a los familiares no dejan de llegar personas visiblemente afectadas, algunas de las cuales se han quejado por lo que ellos entienden como lentitud del proceso de información sobre el estado de sus allegados.

La desesperación lleva a algunas de estas personas a impacientarse ante el transcurso de las horas sin recibir confirmación sobre el estado de sus seres queridos y lamentan no poder acudir al tanatorio para identificar los cuerpos hasta que las autopsias son practicadas y se certifica judicialmente las identidades. Los últimos datos sobre los heridos ofrecidos por Rocío Mosquera, consejera de Sanidad de la Xunta, son los siguientes: en total, 178 fueron evacuados por el 061 tras el accidente. A las 13 horas del jueves, permanecían ingresados en hospitales de Galicia 94 heridos, 31 de ellos en las unidades de críticos y 4 de ellos en la unidad de críticos de pediatría. Todos están ya identificados.

Sobrela posible causa del siniestro, el delegado del Gobierno ha recordado que hay una investigación abierta, pero ha precisado que "no hay ningún indicio que indique que eso no fuera un accidente". "Aparentemente, los motivos han sido un descarrilamiento y es posible que la velocidad haya tenido algo que ver", ha reconocido.

Una curva muy complicada

El151 Alvia, que realizaba el trayecto Madrid-Chamartín-Ferrol, descarrilaba sobre las 20.40 horas de este miércoles, justo antes de una curva muy cerrada, en Angrois, una parroquia de la capital gallega a unos cuatro kilómetros de la estación ferroviaria de Santiago. Numerosos efectivos sanitarios y bomberos, así como técnicos del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) se desplazaban a la zona y rápidamente se habilitaban varios teléfonos de información para familiares de los pasajeros: el 981 551 100, el 900 444 222 y el 900 101 660.

Uno de los dos maquinistas, según La Voz de Galicia, ha asegurado que descarriló. En una conversación telefónica no paraba de repetir: "Descarrilé, qué le voy a hacer, qué voy a hacer". Tanto él como el otro conductor están ilesos.

Las causas aún se desconocen pero los técnicos estudian el exceso de velocidad como una de las posibilidades. El Ministerio del Interior ha descartado la hipótesis de un atentado.  Un portavoz de Interior ha afirmado a Efe que se trata de un accidente y que no caben por tanto otras hipótesis.

El tramo compostelano donde tuvo lugar el accidente está protegido con un sistema de control de velocidad llamado ASFA (Anuncio de Señales de Frenado Automático). Si un tren circula por encima de la velocidad permitida al pasar por una de las balizas colocadas en la vía, el ASFA envía la información pero no frena el convoy. Expertos ferroviarios aseguran que, si funciona correctamente, el ASFA impide el fallo humano. Ahora, añaden, "habría que ver el libro de velocidades máximas de la zona del accidente y ver si está debidamente protegida, señalizada y con condiciones que impidan el fallo humano".

Un tren con 218 pasajeros

En el lugar del accidente, la prioridad fue intentar rescatar a las personas que se encontraban en el interior de los vagones afectados. Fuentes de Renfe han confirmado a 20minutos, que el convoy lo componían 13 vagones: ocho de viajeros, uno de cafetería y cuatro locomotoras (dos a cada lado, una electrica y otra diesel). El tren, que había salido a las 15.00 horas de Madrid, puede alojar a 262 pasajeros, pero en el momento del accidente viajaban 218.

Tras el accidente, unos vagones quedaron a un lado del puente y los otros al otro lado. El delegado del Gobierno, Samuel Juárez, ha calificado el descarrilamiento de "muy violento". "Hasta el punto de que un vagón ha acabado en una vía lateral", ha añadido.

Ya en la madrugada del jueves, cerca de doscientas personas trabajaban en la búsqueda de eventuales víctimas, al tiempo que trataban de mover los vagones del convoy siniestrado. El dispositivo lo integraban operarios de Adif, así como empleados del servicio de agua; bomberos; Protección Civil; Guardia Civil; y policías locales y nacionales.

Alén Pérez, fotógrafo y corresponsal de un diario deportivo, se encontraba en las proximidades a la hora del suceso. "Oímos una explosión muy fuerte. Todo el mundo fue corriendo. Vimos el tren descarrilado, mucha gente sangrando y un vagón que había salido despedido lejos de los otros", explica por teléfono a 20minutos.

"La gente se preguntaba incluso si era una bomba porque mañana es el día grande en Santiago. Era una locura. Cuando me he ido habían sacado al menos a 10 personas muertas", relata. El Ayuntamiento de la ciudad ha comunicado que se han suspendido todos los actos de la festividad del Apóstol.

Rafael, médico de cabecera en un ambulatorio de Santiago, llamó al 061, pero encontró el número colapsado. A continuación, hizo lo propio con el 112, que le indicó un camino para desplazarse a la zona. "Los sanitarios estaban atendiendo a muchos heridos. Impresiona ver los vagones descarrilados, pero los vagones no sufren. Las personas, sí. Las familias van a tener que cargar con todo", comenta a este diario.

Con decenas de heridos en la zona se pidieron colaboración y mantas a los vecinos. Algunos llegaron a desplazar a heridos en sus vehículos particulares hasta los centros sanitarios, para colaborar con el resto de efectivos.

La Xunta de Galicia ha pedido donaciones de sangre de todos los tipos sanguíneos en los centros de tranfusión de los alrededores de la capital gallega. El llamamiento ha tenido una gran repercusión y se han formado largas colas. Los centros finalmente solo han dejado pasar a donantes habituales y a los del tipo 0 negativo, según Cristina V. Miranda, vecina de Santiago que se ha acercado a donar. El objetivo era evitar una saturación y poder actuar rápidamente.

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