El adiós popular adquiere dimensiones históricas

Durante cuatro días, la Ciudad del Vaticano y parte de Roma quedaron colapsadas por la afluencia de peregrinos que acudían para dar su último adiós al Pontífice, expuesto en la Basílica de Pedro. Las colas para acceder a la capilla ardiente llegaron a medir más de 1 kilómetro y algunos fieles tuvieron que esperar hasta 16 horas para desfilar ante el Pontífice. El viernes, día del funeral, sen estima que Roma albergó alrededor de cuatro millones de peregrinos.  .
Esperas de hasta 16 horas para ver al Papa
Esperas de hasta 16 horas para ver al Papa
Esperas de hasta 16 horas para ver al Papa

Roma, desbordada por la marea humana que inundaba las calles, pidió a los fieles que no acudieran a la ciudad y aconsejó que se siguiera el sepelio por televisión. La capital italiana se enfrentaba a la parálisis a medida que seguían llegando peregrinos de todo el mundo que querían presentar sus últimos respetos al Papa polaco que ayudó a derribar los regímenes comunistas y mantuvo una ortodoxia inamovible en la Iglesia Católica.

La policía se vio obligada a cortar las principales calles para dejar espacio a la multitud, lo que creó un efecto dominó que provocó el caos circulatorio en toda la ciudad. Amplias zonas de las afueras de Roma fueron ocupadas con tiendas de campaña para albergar a aquellos que no consiguieron alojamiento.

Una grúa descargaba cajas de agua de un gran camión. Cientos de peregrinos fueron tratados por desmayos y deshidratación en los dos primeros días de exhibición del cadáver del Papa.

SMS disuasorio

"Si va a ir a Roma a rendir homenaje al Papa utilice el transporte público. Prepárese para una larga, aunque organizada, cola. Hará calor durante el día y frío durante la noche".

Este era el mensaje que estaba siendo enviado por las cuatro redes de telefonía italianas a gente rastreada viajando en dirección a Roma o que ya está en la ciudad.


El cónclave, el 18 de abril

Apartados de los cientos de miles de peregrinos, los cardenales decidieron la fecha para la celebración del cónclave en el que se designará a su sucesor, que se enfrentará a la difícil tarea de reemplazar a una figura destacada del siglo XX. Las votaciones serán en la Capilla Sixtina dos veces al día hasta que alcancen un acuerdo.

MAYORÍA DE DOS TERCIOS

Los 117 cardenales mayores de 80 años que participarán en el cónclavedeberán elegir a un candidato por una mayoría de dos tercios. La mayoría de los celebrados en la época moderna no han sobrepasado unos pocos días, pero si tras dos semanas no hay un acuerdo, se podría optar por la mayoría simple.

Aunque han jurado mantener el secreto, los cardenales ya han comenzado a esbozar en público sus preferencias. De momento no hay ningún favorito, y el propio Karol Wojtyla fue considerado una sorpresa al ser elegido el 16 de octubre de 1978.

Algunos creen que el próximo pontífice debería proceder del mundo en vías de desarrollo del Hemisferio Sur, donde viven dos tercios de los 1.100 millones de católicos del mundo

La mayor concentración de líderes de la historia

Más de 200 líderes internacionales acudieron al sepelio por Juan Pablo II. El primero en llegar fue George W. Bush, que el miércoles rindió homenaje al Pontífice en su capilla ardiente. Los Reyes, acompañados por Zapatero, Rajoy y Moratinos, llegaron el jueves al Vaticano.

Para proteger a los asistentes al funeral, Roma puso en servicio a 15.000 efectivos, entre ellos, varios policías adicionales, un avión de vigilancia, misiles antiaéreos y un buque de guerra en la costa mediterránea. Desde el jueves, ningún avión podía sobrevolar el espacio aéreo de la capital italiana.

Entierro del Papa

El Papa ha sido sepultado debajo de la basílica de San Pedro en el mismo lugar de Juan XXIII, que murió en 1963 pero que luego fue beatificado y trasladado al nivel principal de la iglesia.

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