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Tecnología en el aula: hacia un nuevo paradigma educativo

  • El mundo digital empieza a integrarse plenamente en las aulas y contribuye a una educación de calidad.

Tecnología y educación siempre han constituido un binomio complicado. Profesores y centros educativos se han negado, en muchas ocasiones, a adaptar sus metodologías de enseñanza a los nuevos dispositivos. Un proyector por aula…y poco más. Los más innovadores creen que esto conlleva un desperdicio de las posibilidades que otorgan las nuevas tecnologías. Pero hay algo que los llena de esperanza: el considerable aumento de aulas que comienzan, por fin, a prepararse e introducirse en la era digital.

El tradicional halo de escepticismo que siempre ha planeado entre los docentes que se planteaban la posibilidad de comenzar a introducir en el aula estos avances, se está difuminando.  El gran desafío pedagógico que conlleva integrar el mundo digital en una educación de calidad, que aproveche las virtudes de las TICs (tecnologías de la información y comunicación), sin que éstas distraigan al alumno o ralenticen el trascurso habitual de las clases, ha conseguido durante muchos años que la implementación  de dispositivos y software educativo sea poco menos que nefasta.

Entre los motivos de esto podemos destacar la escasa preparación en este campo de algunos profesores, que han sufrido de lo lindo para adaptarse a esta nueva época, así como el tiempo que ha tenido que pasar para asimilar que el fin de todo esto es ‘enseñar mejor’, no hacer alardes de sofisticación injustificados y estériles.

  • Casi el 50% de las aulas ya han introducido en su rutina software y dispositivos tecnológicos avanzados
  • El auge de los cursos homologados e-Learning ha obligado a comenzar un arduo proceso de renovación

Google entra en escena
El hecho de que empresas referentes como Google hayan comenzado a apostar seriamente por la adecuación de sus aplicaciones al sector educativo, creando por ejemplo, la interesante suite Google Apps for Education o el programa Google Classroom, así como la universalización de las tecnologías, que ha conseguido que todos estemos cada vez más familiarizados con ellas, ha hecho realidad lo que para muchos era un sueño: casi el 50% de las aulas ya han introducido en su rutina software y dispositivos tecnológicos avanzados.

Además, el auge de los cursos homologados e-Learning, con itinerarios formativos heterogéneos, prácticos y efectivos, como los cursos de idiomas adaptados a todos los niveles u otros más profesionales, enfocados a otro tipo de alumnos, como el Máster auditoria o el Máster derecho internacional, han obligado a  las metodologías educativas tradicionales, a comenzar un arduo proceso de renovación.