Bettini impuso su punta de velocidad en el empinado repecho final por delante del belga Philippe Gilbert (Française des Jeux) y el murciano Alejandro Valverde (Caisse d'Epargne). Un ilustre para dignificar el circuito final, en el que la subida al Cerro de los Palos, algo más de dos kilómetros no puntuables para el gran premio de la montaña, hizo honor a su nombre con multitud de ataques que animaron el final. Muchos "palos".

Ataques sucesivos

Al circuito llegó escapado, con pocos segundos sobre el pelotón, el francés Talabardon (Credit Agricole); se animó el ucraniano Popovych (Silence-Lotto); tomó el relevo el Xacobeo-Galicia David Herrero; endureció el ritmo el irlandés Nicolás Roche (Credit Agricole), le respondió el italiano Nocentini (AG2R) y contraatacó su compatriota Damiano Cunego (Lampre). Pero el Caisse d'Epargne, con Luis Pasamontes y Alberto Losada al frente, controlaron tanta ofensiva y, a cuatro del final, mantenían agrupado el pelotón principal.

Sólo el ataque, bajo la pancarta del último peligro, de dos ciclistas del Tinkoff puso en apuros el trabajo del Caisse d'Epargne. Valverde llego muy bien colocado a un final donde aparecían muchos llegadores, pero en el que pasó al ataque Gilbert para luchar, tubular con tubular, con un Bettini que llegó con más chispa que el belga.Tan intenso fue el sprint que el pelotón entró cortado en pequeñas fracciones. Contador y Sastre perdieron seis segundos con respecto a Valverde.

Valverde y Boonen besan el suelo

Los 150,1 kilómetros entre Ciudad Real y Toledo estuvieron marcados por los constantes intentos de fuga que hubo desde el banderazo inicial (la más destacada, la que llevaron adelante Mikhail Ignatiev, Iban Mayoz y Volodymyr Diudia) y por las caídas que afectaron a muchos ciclistas. Entre los damnificados, el belga Tom Boonen y Alejandro Valverde. El murciano, que también pinchó en la parte final de la etapa (a 20 km de la meta), se sobrepuso y pudo disputar el final.

Toledo confirma algo: la organización de la Vuelta tiene que seguir apostando por este tipo de finales y potenciarlos en la medida de lo posible. El espectáculo es mayor; y ese es un beneficio para la carrera y el ciclismo.

Traslado hacia los Pirineos

Mañana no habrá etapa. La Vuelta afronta su primera jornada de descanso (habría que tirar de hemeroteca para ver si es la primera vez que un viernes, antesala del fin de semana, acoge el descanso en una carrera de tres semanas) para viajar desde Toledo hasta Lérida vía ferrocarril. De hecho, la organización adelantó media hora la salida de la etapa de hoy para facilitar el traslado de los ciclistas.

El sábado, con el final en La Rabassa (Andorra), la carrera afronta su primera gran jornada de montaña. El turno de los escaladores con Chavanel, el primer francés que se viste de líder en la Vuelta desde que lo hiciera Jacky Durand en la Vuelta de 1999, al frente de la carrera.