¿Te enfrentarías a un oso panda o a un oso pardo? Elige personaje en 'Tekken 8'

¿Qué hay mejor que pelearse con un hermano, un primo o un amigo? ¡Efectivamente! Pelearse en un videojuego de luchas
¿Qué hay mejor que pelearse con un hermano, un primo o un amigo? ¡Efectivamente! Pelearse en un videojuego de luchas
¿Qué hay mejor que pelearse con un hermano, un primo o un amigo? ¡Efectivamente! Pelearse en un videojuego de luchas
¿Qué hay mejor que pelearse con un hermano, un primo o un amigo? ¡Efectivamente! Pelearse en un videojuego de luchas
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¿Qué hay mejor que pelearse con un hermano, un primo o un amigo? ¡Efectivamente! Pelearse en un videojuego de luchas para acabar luego en un rifirrafe de verdad con un hermano, un primo o un amigo. Pero ante todo con deportividad y desde el pacifismo absoluto con todo ser vivo a la hora de la verdad.

Los videojuegos de peleas ya marcaban tendencia con las míticas arcade de Street Fighter en los salones recreativos de antaño, dónde la gente hacía cola para desbancar a esa persona que llevaba 20 rondas sin perder. La revolución que supuso poder jugar a otros juegos del mismo estilo en el salón de tu casa, y además con otro mando para hacerlo contra otro jugador, era impagable. Descubrir un nuevo combo con el que derrotaste a tu tía, que te tenía con una barrita de vida; ganar de la forma más ruin pegándole patadas en la espinilla al personaje de tu amigo de la infancia o darle golpes al mando contrario para evitar que te ganasen de forma humillante son de los más bellos recuerdos de juventud que podemos tener.

Cómo no, siempre hay un personaje fetiche. Ese al que guardas un cariño enorme. Ryu o Ken, Chun-Li o Katara, Yoshimitsu o Cervantes… Luego igual eras un manta manejándolo, pero cada vez que querías jugar tenías que seleccionarlo para dar la tunda del siglo (aunque luego salieras escaldado). Con el estreno de Tekken 8 y un nuevo plantel de luchadores, más los que estaban ya que no eran pocos, nos ha dado el ansia viva. Hemos retomado anteriores entregas y nos hemos fijado en que hay animales. Sí, puedes pelearte contra un oso pardo o un oso panda (e incluso en anteriores entregas, un canguro). Y manejarlos incluso. Tekken no decepciona a nadie. 

Cuando estas fantasmadas se quedan en un videojuego, están bien. Las flipadas mejor a medio gas. El problema es cuando la línea entre la realidad y la ficción se vuelve difusa y hay alguien que cree que puede pelear contra alguna de estas bestias. Ya hemos podido ver cómo Frank de la Jungla ha sido atacado por un ciervo, costándole casi la vida. La embestida de su cornamenta podía haberse traducido en una herida mortal. Hay que tener muchísimo ojo contra qué animal te peleas (si se diera el hipotético caso de hacerlo). ¿No nos crees? Mejor te damos unos datos muy necesarios para pensártelo dos veces antes de irte como un loco a pegarle un cabezazo a un oso pardo.

Animales muy cucos y muy letales

En la saga Tekken no se andan con chiquitas. El jefazo de jefazos, Heihachi Mishima, adoptó a un oso cachorro como mascota y lo llamó Kuma. Kuma es oso en japonés, así que es como llamar al oso “Oso”. No hay pérdida. A medida que crecía, Kuma iba mostrando un intelecto superior y Heihachi, al darse cuenta de esto, comenzó a entrenarlo enseñándole lenguaje de señas, técnicas de lucha y japonés básico. No sólo de un zarpazo te puede sacar las tripas, ahora además dispone de una inteligencia abismal. ¿Qué es lo mejor que puedes hacer en estos casos? Pues tenerlo de guardaespaldas. A ver quién te tose teniendo a un animal así a tu lado. Heihachi presidente.

Al principio de la saga Kuma era un oso negro asiático pero en futuras entregas pasó a ser un oso pardo japonés. Aunque siempre nos parezcan animales que dan ganas de abrazar o achuchar, peludetes y con orejitas muy monas, recordemos que te pueden matar fácilmente. Según una página de senderismo en Japón, la inmensa mayoría de los encuentros terminan con los osos huyendo sin atacar y las probabilidades de ver uno son muy bajas. Además, la mayoría de los ataques no acaban en muerte, y a menudo tienen que ver con una fuente externa de alimento: en 2020, en la prefectura de Nagano, una mujer se despertó de repente por un oso que tiraba de su tienda de campaña; cuando gritó pidiendo ayuda, el ataque se intensificó y fue arrastrada junto con su tiendaunos 10 metros antes de liberarse y al recuperar su mochila descubrió que el oso se había comido sus provisiones. Aún así, se pueden encontrar comportamientos impredecibles de estos animales, como en este impresionante vídeo de un escalador que, al descender del monte Futago en 2022, se vio perseguido y atacado por un oso.

A la izquierda, Kuma de 'Tekken 8', en el centro un oso pardo japonés y a la derecha un oso negro asiático.
A la izquierda, Kuma de 'Tekken 8', en el centro un oso pardo japonés y a la derecha un oso negro asiático.
Oso pardo japonés de JZ85/CC, oso negro asiático de Guérin Nicolas/CC 

Pensaréis, "vale, esto es un oso pardo, pero los pandas son muy cucos y no hacen nada". En Tekken la osa Panda (sí, no se rompen la cabeza) es guardaespaldas de la luchadora Xiaoyu. Este animal también muestra una inteligencia enorme y además comparte un vínculo precioso con su protegida, pero que no os engañe su 'adorabilidad'. De primeras pueden parecer que los pandas no hacen nada y que no son hostiles. Efectivamente, normalmente no lo son… hasta que suceden imprevistos. En este estudio (imágenes muy gráficas, advierto) se pueden observar las consecuencias brutales del ataque de un oso panda a personas que no debían haber hecho lo que hicieron.

A la izquierda, Panda de 'Tekken', a la derecha un oso panda gigante.
A la izquierda, Panda de 'Tekken', a la derecha un oso panda gigante.
Oso Panda de J. Patrick Fischer/CC

En 2006, un turista borracho de 28 años que visitaba el zoo de Pekín fue atacado cuando saltó al recinto del panda gigante e intentó acariciarlo para presumir ante su acompañante. El panda gigante le mordió gravemente en la pantorrilla derecha. Tres años más tarde, un turista de 32 años que también visitaba el zoo de Pekín fue atacado por un panda gigante tras caer accidentalmente en su recinto, al igual que otro visitante de 39 años unos meses más tarde. El estudio llega a la conclusión de que el panda puede atacar a los humanos cuando se enfurece o se asusta, aunque normalmente es muy manso.

¿Crees que podrías contra un oso?

Este artículo no habría salido a la luz si no fuera por las maravillosas conversaciones de bar del estilo: "¿Qué preferirías, pelearte todos los días con un ganso cuando entres en tu coche o una vez al año contra un canguro?”. Preguntas jocosas que, pueden convertirse en un debate encarnizado de horas de duración. ¿Cómo podría mejorar este escenario? Con este estudio de YouGov en el que preguntaron a estadounidenses si creían que podrían triunfar en una batalla contra distintos animales sin armas.

Los resultados muestran que los estadounidenses no confían en sus habilidades. La mayoría están convencidos de que podrían vencer en una pelea a una rata (72%), un gato doméstico (69%) y un ganso (61%). Sin embargo, entre el 17% y el 24% creen que perderían en una pelea con estas criaturas y el resto no está seguro.

El otro animal de la lista al que los estadounidenses tienden a pensar que podrían vencer es un perro de tamaño mediano, aunque ni siquiera la mitad (49%) están seguros de ello. Esta confianza disminuye aún más con el tamaño de los perros: sólo el 23% de los estadounidenses cree que podría vencer a un perro grande en una pelea y el 58% está seguro de que perdería.

Llegamos al apartado de los osos pardos, donde un temerario 6% cree que podría derribarlo sin ningún arma es un combate mano a mano. Bueno, mano a garra. Los personajes del Tekken son luchadores especializados en una o más artes marciales y, para qué engañarnos, no se nos ocurre manera alguna de que a base de taekwondo puedas derrotar a un androide enorme de 2 metros y 200 kilos. A no ser que alguna patada de Hwoarang lleve incrustada un virus para corromper el software de Jack-8, vemos harta complicada su victoria. Así que no, pelear contra algún oso sin nada que nos ayude sólo es viable en un videojuego. Los datos del estudio YouGov ya han puesto de relieve el exceso de confianza de algunas personas y queda muy claro que lo que puede llevar a la tumba al ser humano no es un animal que le ataque y se defienda, si no su propia inconsciencia. 

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