"¡Qué guapo!". Eso fue lo primero que dijo Natalia este miércoles a su llegada a First Dates piropeando a Carlos Sobera. "Repítelo tres veces y así me lo creo", le dijo el presentador.
"Siento que tengo el músculo de la lengua muy desarrollado. Lo puedo mover hacia arriba, una especie de onda y la doblo como en tres partes. Es raro", reconoció en su presentación en el programa de Cuatro.
Su cita fue Samir, que nació en España, pero era de origen bereber. El comensal dejó sin palabras a Sobera cuando vio su larguísima coleta: "¡La madre que me parió!", exclamó el presentador.
"Me hago la trenza cada mañana y reconozco que mi pelo es un anzuelo para las chicas, ellas se acercan y yo, me las ligo", reconoció entre risas el soltero.
Nada más ver a Natalia, el malagueño reconoció que "está buenísima", mientras que a ella, de primeras, no le convenció: "Le ha faltado chispa, necesito que me hablen", admitió la joven.
Durante la velada, Natalia le preguntó a Samir que hacía en su día a día: "Tengo una tienda frente al mar en la que vendo bikinis y mi hobby es ir al gimnasio", le contó.
Entonces la malagueña quiso saber si era el prototipo de chica que buscaba el soltero, que le respondió afirmativamente, sobre todo físicamente: "Me gustan las chicas con las tetas grandes".
A continuación hablaron de sus parejas pasadas y planes de futuro, en los que no coincidieron. Mientras él quería casarse y tener familia a corto plazo, ella prefería esperar: "No la veo para una relación, solo como alguien con quien echar cuatro polvos", afirmó Samir.
Al final, el malagueño sí que quiso tener una segunda cita con Natalia porque "me parece atractiva y sabe estar". En cambio, la joven no quiso volver a quedar, "aunque es un chico muy majo".
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