Rocío Carrasco recuerda la muerte de su madre y revela la rara pregunta de Rocío Flores sobre la herencia: "Ya no tenía nada mío"

Rocío Carrasco junto a la imagen proyectada de su madre.
Rocío Carrasco junto a la imagen proyectada de su madre.
Mediaset
Rocío Carrasco junto a la imagen proyectada de su madre.

El episodio número 7 de Rocío, contar la verdad para seguir viva retrató, entre otros aspectos, uno de los más duros de la vida de Carrasco, la enfermedad y muerte de La más grande, aunque para ella era simplemente su madre, Rocío Jurado

Además de la pérdida, Roció Carrasco aseguró que la muerte trajo algo más, la rotura de sus lazos con sus hijos. "La familia se hunde, y creo que empezó el final de alguien y el comienzo de muchos", dijo respecto a las imágenes del día 17 de septiembre de 2004, cuando la cantante compartió, en una rueda de prensa, que padecía cáncer de páncreas. "Cuando el doctor me dijo que tenía una tasa de mortalidad del 80%, estuve confiada de que ella estaría en el 20% que se salva", recordó.

Fue ese mismo día cuando Jurado hizo su testamento, aunque con los medios intentó dar una imagen de fortaleza y positividad. Carrasco explicó que después inició dos ciclos de quimioterapia en Houston, Estados Unidos. Después, regresó a España e hizo su último especial, Rocío siempre.

Al final del programa, la cantante citaba una de sus propias canciones, Ayúdame Dios a caminar. "Tenía las fuerzas justas, ¡pero le hizo tanto bien!" Comentó Rocío Carrasco sobre la que fue la última actuación de su madre. Esto, recordó, fue un gran "chutazo de energía" para la artista.

Carrasco contó que, tras unas navidades que pasaron en Madrid, Jurado se volvió a encontrar bastante mal. En ese momento, la familia acudió al Hospital Montepríncipe, donde le aseguraron que no había de qué preocuparse. Sin embargo, la familia, inconforme, regresó a Houston, donde le vaticinaron que el pronóstico era grave.  

Allí pasaron cuatro meses que Carrasco calificó como "terroríficos", pues cada día le surgía una dolencia nueva a su madre. Además, desde España, Antonio David Flores, que se quedó con los niños, trató de cambiar el convenio pertinente a la custodia para asegurarse sacar el máximo de la herencia de Rocío Jurado. 

Tras dos años de lucha, la artista acabó falleciendo el 1 de junio de 2006. Rocío Carrasco contó que, hasta ese momento, no se separó de su lado. En sus últimos días, Rocío Jurado insistió en que su hija debía casarse con Fidel Albiac para que ella se fuera tranquila. 

"Aquel fue, si no el peor día de mi vida, uno de ellos. Se iba lo más importante que puede tener una persona que es su madre, y a mí se me iba la mía. Todo el mundo lloraba a la artista, pero yo lloraba a mi madre. Para mí no era Rocío Jurado, era mi madre", dijo Carrasco.

La extraña pregunta de Rocío Flores

"Ella estaba muy orgullosa de mí y yo lo sé perfectamente. No hace falta que nadie me lo diga ni me lo recalque porque hay cosas que solo ella y yo sabemos, no las sabe nadie más que ella y yo y con eso me basta", dijo.

Después, Carrasco recordó uno de los momentos más duros que vivió y que explicaba esa idea que adelantó sobre que se rompió la relación entre ella y sus hijos. Y es que, al reencontrarse tras la muerte de la cantante, Rocío Flores acudió con una pregunta que marcó un antes y un después: "¿Qué pasa con las casas de Miami?", en un claro signo de que Antonio David había continuado haciendo maniobras sobre la herencia.

"A mí se me vino el mundo encima y vi que había un antes y un después en esa niña a la que había parido yo, pero que parecía que no tenía nada mío. La semilla del mal había germinado y empezó a florecer" recordó, con dolor, Rocío Carrasco.

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