Borja Terán Periodista
OPINIÓN

Lo que Aitana no entiende de las redes sociales: "Fue muy chocante"

Damos más peso a aquello que nos incordia, nos molesta. Aquello que enfada nos moviliza tanto que lo dedicamos mucho rato de nuestra vida.
Aitana en la academia de OT 2023
Aitana en la academia de OT 2023
Prime Video
Aitana en la academia de OT 2023

"Para mí, fue muy chocante ver que tanta gente me estaba criticando y, a la vez, creo que fue el videoclip más visto de un día por aquel momento en España. ¿Sabes? Vale, no lo entiendo. Si tan poco le gusta a la gente, por qué está yendo tan bien", Aitana alerta a los actuales concursantes de Operación Triunfo sobre las contradicciones de las críticas que se encontrarán cuando salgan a la realidad que está ahí fuera. Cuando los focos de la academia se apaguen y se sientan perdidos, lejos de la burbuja del Disneyland televisivo. Hasta les recomienda que acudan, sin falta, a terapia. 

Aitana se pregunta cómo puede ser que criticaran tanto éxitos suyos como Teléfono y, al mismo tiempo, se transformaran en número uno. Nos han hablado tanto de coherencia y, al final, crecer es ir percatándose de los contradictorios que somos los seres humanos. En ese punto parece estar Aitana Ocaña.

Aunque en tiempos de redes sociales las discordancias perturban más. Porque parece que el éxito va unido al conflicto. Aitana también está advirtiendo que a más controversia en el ruido viral más audiencia suman sus lanzamientos. No lo verbaliza en OT, pero esa perversa realidad planea en su razonamiento. Y quizá ahí es el lugar en el que todos debemos pararnos a pensar.

La rapidez con la que consumimos los impactos que recibimos en nuestros ojos a través de todas las redes sociales y aplicaciones móviles provoca que nos fijemos más en lo que nos indigna que en lo que nos aporta. La corriente viral nos lleva a la gresca. Los argumentos contrastados y tranquilos requieren meditación. El grito, no.  

De hecho, uno de los problemas actuales por los que nos convertimos en más manipulables estriba en que la información se asume a tal velocidad que la pasión gana a la razón. Damos más peso a aquello que nos incordia, nos molesta. Aquello que enfada nos moviliza tanto que lo dedicamos mucho rato de nuestra vida. Y lo compartimos y comentamos para, finalmente, incluso terminar siendo altavoz de lo que, a veces, pretendemos frenar o con lo que no estamos nada de acuerdo.

La polémica se mueve mejor en redes sociales que el arte en sí. La polémica promociona lo que denosta.  No sabemos lo que vemos porque nos apetece verlo o lo vemos porque nos da morbo. La estupenda herramienta que eran las redes para aprender y enriquecernos de la diferencia y la diversidad se va transformando también en un parapeto de autoafirmación. Un espejo resquebrajado de la realidad que, en ocasiones, nos engaña y hasta nos parece real. Si eso ocurre, deberíamos, quizá, pararnos a pensar qué hacemos regulinchi para que lo que dicen los demagogos se vuelva trascendental. Y ya estaría. 

Mostrar comentarios

Códigos Descuento