La aventura de Supervivientes es muy dura, y eso lo dejan claro todos los que han pasado por Honduras. En el recorrido, los concursantes pasan por mejores o peores momentos anímicos. Pedro García Aguado sufrió su peor bajón en todo el programa.
"Esto es tremendo", susurraba mientras aguantaba las lágrimas solo y sentado en lo alto de una roca. Rubén Torres se percató de la situación y fue a animar al Hermano mayor. "Es emoción, llevamos mucho tiempo aquí", explicó Pedro.
El hombre acabó confesando qué le pasaba por la mente: "Echo mucho de menos a los míos, a mi familia". Rubén, por su parte, no dejó de consolar y animar al hombre. "Llorar está bien, pero tienes que seguir", afirmaba.
Sandra Barneda conectó en directo con ellos durante la noche del domingo. "Hay momentos para todo y está bien mostrar esa vulnerabilidad", aseguró la presentadora. "Me ataca la debilidad y me hace llorar", se justificó García Aguado.
"Estoy feliz, contento y orgulloso del concurso que estoy haciendo", concluía Pedro con una gran sonrisa, demostrando que estaba mejor de ánimo. "Gracias por mostrar que a veces uno no puede con todo, y no pasa nada", le felicitó Barneda. "Momentos así hacen que este programa sea grande", sentenció.
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