La doble expulsión de Patricia y Teresa fue un duro golpe para los aspirantes de MasterChef 10. Sin embargo, en la gala emitida este lunes 30 de mayo en La 1, se celebró la ansiada repesca, que posibilitó que uno de los exaspirantes regresara. 

Ocurrió en la prueba grupal, grabada en Segovia. Allí, además de unos descompensados grupos, los exconcursantes de la edición se encargaron de los postres. Ya se sabe que la parte final de los menús es la más odiada por muchos de los aspirantes, pues la precisión necesaria en repostería hace que el margen de error permitido sea mínimo.

Además, fueron platos muy complejos. En especial el de Teresa, cuyo protagonista era el chocolate. Pese a haber sido una de las candidatas más claras para ganar desde que comenzó el programa, en este reto se reconoció desbordada ante el alto número de elaboraciones.

Tanto es así, que al final de la prueba lo único que había terminado era una mousse de chocolate. Paula, otra de las candidatas a regresar, completó dos partes de su tarta Saint Honoré: la crema holandesa y la base del postre.

En un giro de los acontecimientos inaudito, Pepe Rodríguez y Jordi Cruz optaron por fusionar ambos platos y presentar un postre firmado por las dos. Por otro lado, Giraldo solo sirvió los coulants que le salieron bien, Berto presentó unas tartas de fresa ricas, pero que poco compartían con la receta original, e Iván, abatido, no presentó nada.

Patricia es repescada

Por el contrario, otras dos concursantes se mostraron cómodas y rápidas durante todo el cocinado: Eva y Patricia. La primera hizo una sopa de maíz con piña y la segunda helado de vino tinto con gelatina de vino blanco. Además de la diferencia palpable durante toda la elaboración, sus postres fueron los más valorados por los comensales segovianos, por lo que estaba claro que la decisión quedaba entre ellas.

Finalmente, fue Patricia la repescada. Ya en plató, contó una escatológica anécdota que compartía con Claudia que le hizo confesar que tenían "una relación amorodio", y comentó que la compañera a la que más había echado de menos era María Lo.

Tras esto, comenzó la prueba de eliminación, en la que tuvieron que participar todos los integrantes del grupo rojo: Claudia, Yannick, Josemi y Julia. El reto consistió en recrear una sopa de Pepe Rodríguez que contaba con tantas elaboraciones que el propio chef recomendó tener cuatro ollas en ebullición durante todo el cocinado para su temprana ejecución.

Julia es expulsada

El tiempo fue clave. Cuando el primero acabase, tendría que darle a probar su propuesta al juez, y si le daba el visto bueno, el resto de delantales negros tendría tan solo 1 minuto para terminar. Yannick fue quien consiguió ser el pionero y le sobraron 17 minutos. 

El resto contó, por ello, con 1 más, y aunque presentaron todos los componentes del complejo plato, hubo errores en las elaboraciones que facilitaron la decisión del jurado. Así, las peor valoradas fueron Claudia y Julia, y esta última fue la expulsada. Pese a sus lágrimas, la sumiller supo verle la parte positiva y reconoció que se moría de ganas de ver a sus hijos y destacó al más pequeño, de poco más de año y medio de edad, pues había aprendido a decir sus primeras palabras sin que ella lo viese.

"Hay servicios que salen mejor que otros y yo me lo he tomado así, como un trabajo. He hecho algunos amigos, aunque lleve poco tiempo aquí, porque esto es súper intenso. Mi ganador es David", confesó, antes de apagar los fogones de MasterChef 10 para siempre.