Laura Londoño, ganadora de 'MasterChef Celebrity 8': "A las mujeres nos cobran muy caro que nos pongamos bravas"

Laura Londoño, con el trofeo de 'MasterChef Celebrity 8'
Laura Londoño, con el trofeo de 'MasterChef Celebrity 8'
SHINE IBERIA
Laura Londoño, con el trofeo de 'MasterChef Celebrity 8'

La actriz colombiana Laura Londoño ha conseguido alzarse como vencedora de MasterChef Celebrity 8 tras enfrentarse a Álvaro Escassi en un emocionante duelo final y tras superar las duras semanas de grabación, pruebas y cocinados de este intenso y exigente concurso de La 1. 

Laura Londoño, que dejó Colombia y se trasladó con toda su familia a España para vivir esta aventura, realizó un complejo menú en homenaje a su país natal y ha decidido que donará los 75.000 euros del premio al programa de nutrición de la Fundación Humanitaria de los Rotarios Españoles.

¿Qué pensaba en esos segundos de silencio antes de que dijeran su nombre como ganadora? En ese momento estás más presente que nunca. Y cuando estás tan presente piensas que es un regalo desconectar la cabeza, que es tan necia y que habla tanto y que dice tantas cosas y nos hace como un discurso que genera mucho ruido realmente. Eso es gran parte de lo que significa estar en este concurso y por qué es tan rico vivirlo, porque te aguantas el sufrimiento y te aguantas la angustia que sufres y todo el padecimiento, porque se genera mucho bienestar en ese estar presente... pero en esos momentos yo a modo de mantra, repetía mi nombre Laura, Laura, Laura, Laura, Laura, como impulsando un poco que fuera eso lo que me sucediera, llamándolo. Eso es lo que tenía en mi cabeza.

¿Le ha funcionado ese mantra alguna otra vez? No sé si lo ha utilizado mucho...Pues para mí es muy importante el poder usar la cabeza. Soy una persona muy cabezona porque pienso un montón y le doy vueltas a las cosas una y otra vez. Pero precisamente porque sé que el ruido que eso me ha significado busco maneras de salirme de ahí y de encontrar también maneras de entrenarme para que la mente que funcione a favor nuestro y no en contra nuestra, que también puede ser muy destructiva. Si me doy cuenta que hay, digamos, como un lugar de quiebre, me permito soñar algo y verlo en mi cabeza, visualizarlo, imaginarme ganando el premio e imaginarme cogiendo el ese maravilloso trofeo de MasterChef que hoy puedo cargar. 

¿Para eso pasa por un punto de inflexión? Yo al principio no era capaz. Fue después de ese quiebre, de romper mis miedos, mis propias limitaciones, mis propias ideas que tengo, de que no me lo merezco, de que no soy capaz, no puedo, etcétera, etcétera, etcétera... Hasta que logras pensar que de pronto sí y te permites verlo y ya ahí estás más cerquita.

¿Le ha dado gusto donar el premio? No es secundario, porque aunque el premio no es para mí, tienes que encontrar una fundación que te haga vibrar tanto y que te emocione tanto como para esforzarte al máximo para llegar a ese premio. Hubo personas que se enteraron en el camino, que no sabían que la plata no era para ellos [Blanca Romero pensaba durante la edición que el premio era para el propio concursante y no para donar] y cuando se enteraron dijeron de alguna manera como bueno, pues chao, yo no entiendo para que hacen todo este esfuerzo y este sacrificio... 
Yo siento que ese esfuerzo y sacrificio lo haces cuando encuentras una causa que dices vale, yo por esto me paro en las pestañas y eso fue lo que me pasó a mí y me siento muy feliz de haber encontrado este programa nutricional basado en soja que alimenta a 55.000 personas diariamente en Colombia. 

Es una gran ayuda... Y es que en Colombia nosotros tenemos unos índices de desnutrición y de hambre que son brutales, que son tremendos, que son terribles, que no deberían ser así, pero es una realidad y es 55.000 personas se alimentan de esa fundación diariamente, y 25.000 son niños, que también es un tema sensible para todo el mundo. Ahora tengo dos niñas en mi casa, entonces eso es como una cosa que tengo ahí a flor de piel. Para mí es un gran proyecto, ya significa mucho, además del hecho de ser consciente. del momento que me llaman y me invitan a participar en MasterChef Celebrity España y decir "¡guau, muchas gracias!" porque soy una entre 15, ¿no? Y luego ganármelo. Siento que me lo estoy ganando en nombre de un país completo. 

¿Le ha costado especialmente competir en España?Sí, fue una dificultad añadida con seguridad. Se supone que hablamos el mismo lenguaje, pero hay unas cosas que son diametralmente opuestas, en términos, palabras, nombres de ingredientes, ingredientes que nosotros no tenemos, directamente, cosas que no existen en Colombia y por ende platos que teníamos que replicar acá que yo ni siquiera había probado. Yo no sabía que tenían que saber.

Claro, no sabe si está bueno o malo, bien o mal hecho... No, no, ni idea. Cuando eso está interiorizado en ti porque te lo hizo tu abuelita de chiquito, o tu mamá o tu papá, es distinto, lo tienes en el alma, se te va a dar más fácil llegar a ese sabor. Entonces claro que era como un reto extra. Y a eso súmale que yo saqué a la niña del colegio en Bogotá, empaqué la casa, guardé todo en una bodega y tráigase lo que quepa en tres maletas porque no sabemos si vamos a durar una semana o dos o cuánto tiempo. Y llegas aquí a una casa nueva que no es tu casa, que necesitas practicar en una cocina que tampoco es la tuya, que tienes que ir a conseguir una olla a presión porque no tienes... Es, es todo. Es una cantidad de cosas que la gente no se imagina, el esfuerzo y el sacrificio que había ahí. 

Es muy meritorio...La verdad yo sí me siento muy orgullosa porque sé el trabajo que hice, porque sé dónde empecé, porque no cocinaba nada, ni siquiera es que yo te diga bueno, mira, no, no sabía de la gastronomía española, pero es que tampoco era fuerte en la gastronomía colombiana. Fue un trabajo como de 0 a 100 en muy poco tiempo, con una intensidad brutal.

¿Y cuál es su proyecto de futuro? ¿Ya tiene proyectos aquí?Ya llevo aquí un tiempo y estoy contenta. En este momento estoy con un proyecto que es muy importante para mí, que es una marca de cosméticos que lancé hace un año y que justo la vida hace coincidir las cosas de maneras muy especiales. En este momento estamos abriendo puntos de venta de la marca Feroz, en El Corte Inglés y eso es como otro sueño para mí, porque hay mucho trabajo ahí y es una marca que tiene como como mi ADN y mi esencia y mi experiencia personal. 

¿Qué experiencia es esa? Lo que ha significado conquistar el ser mujer, porque no me paraba desde el mismo lugar de lo femenino que me paro hoy. Antes me parecía que era un poco como desventaja ser mujer y hoy siento que es cosa muy bella, muy grande y muy poderosa lo que tenemos las mujeres y que a veces guardamos debajo del mantel y debajo del sofá y debajo del tapete, que es esa parte feroz, que es esa parte instintiva, que es esa parte caótica que es súper femenina, pero que nos desprendemos de ella o la tapamos para encajar.

Porque hay quien espera que no tengan esa faceta... Claro, a las mujeres siempre se nos pide como renunciar a partes nuestras. De hecho nos cobran muy caro que nos pongamos serias, que nos pongamos bravas. Estoy feliz de poder tener eso acá en España. Eso me ancla muchísimo. Voy a grabar ahorita la segunda temporada y tercera de Manes, que es una serie que hice para Prime Video, que es una comedia romántica sobre los manes, o sea, los hombres como manada, cómo se comportan... muy divertida. Será en Bogotá durante dos meses y la idea es ir y grabar y regresar aquí. Hay mucho movimiento como ves (risas). 

Sus pequeñas estaban presentes en la final, ¿cómo les explicaron que no podían decir nada de que su mamá había ganado? Mis hijas son muy pequeñas y no ven televisión y no han visto el programa. Estaban en unas edades que ellas no se enteraron, entonces no había ningún peligro de que lo contaran. Ellas estaban allá arriba con los cuadernos, con los libros... creo que rompieron páginas de 200 libros que había en la galería (risas). Estaban jugando y no se enteraban mucho de lo que estaba pasando. No es como que yo hubiera tenido que decirles todos estos meses por favor, no digan nada... 

Todo el mundo dice que MasterChef es muy duro, ¿lo recomienda?Es más duro de lo que te dicen. Es más duro de lo que te imaginas, de lo que piensas. Pero también es tal la experiencia que incluso con ese nivel de dificultad que tiene a nivel emocional, a nivel físico, a nivel mental, tú no quieres que te echen, tú quieres seguir. Es como una locura, es como un delirio y es como la vida misma comprimida en estos mesecitos que estás ahí, rompiendo todos tus límites, tus esquemas, lo que tú piensas sobre ti misma. Es la gran experiencia de la vida. Recomendable, total. No creo que sea para todo el mundo, pero lo que sí lo recomiendo, claro que sí, pero porque yo soy una persona que me gusta desacomodarme, retarme y quitarme como esa comodidad de encima. 

¿Es mejor no acomodarse?Siento que la comodidad es un poco peligrosa porque nos impide como expandirnos, ir creciendo, seguir jugando y apostarle a cosas nuevas. Cuando ya decimos como no, es que yo ya no apuesto más porque yo voy a lo seguro y la vida se vuelve aburrida.

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