Tensión, lágrimas y risas en el esperado reencuentro entre Jorge Javier Vázquez y Belén Esteban en 'Sálvame'

Jorge Javier Vázquez y Belén Esteban, en 'Sálvame'.
Jorge Javier Vázquez y Belén Esteban, en 'Sálvame'.
MEDIASET
Jorge Javier Vázquez y Belén Esteban, en 'Sálvame'.

El esperado momento que la audiencia de Mediaset llevaba esperando desde el pasado sábado ha tenido lugar este martes en Sálvame Naranja: Belén Esteban y Jorge Javier Vázquez se han visto las caras por primera vez después de la tensa bronca que ambos protagonizaron en Sábado Deluxe al hablar del Gobierno.

Lydia Lozano ha sido la encargada de conducir la primera 'Cumbre de la paz' del espacio de Telecinco, que se ha preparado con el fin de propiciar la reconciliación entre el habitual presentador de Sálvame y una de sus populares colaboradoras. Para ello, primero ha accedido al plató la de Paracuellos y, después, el catalán. 

Cada uno ha dado su opinión sobre la trifulca de la que han hablado rostros como María Patiño, Joaquín Prat o Federico Jiménez Losantos. Así, la tertuliana ha asegurado que no pretendía volver a discutir, aunque se sentía muy dolida, ya que se sintió "humillada" por las palabras del presentador, que también la tachó de "Cayetana", lo que esta ha negado rotundamente. 

Por su parte, Vázquez, que pensaba hacer las paces con su amiga, ha opinado su discurso. "Belén tiene muchos seguidores y esos discursos exentos de ideología son muy peligrosos", ha dicho. Y ha valorado que Esteban le faltó el respeto a quienes lo pasaron realmente mal durante la crisis de la Covid-19.

"Belén Esteban ya no es pueblo y es una cosa que ella tiene que aceptar. Ella no es pueblo, pero yo tampoco lo soy. Tenemos de dejar de decirlo", ha defendido, ya que ambos son "unos privilegiados" y la colaboradora "tiene un chalet con piscina, se va de cena con Pablo Alborán y es amiga de Rosalía".

Jorge Javier Vázquez deja la puerta abierta a la reconciliación

Tras comentar lo sucedido en una de las entregas de Sábado Deluxe más tensas que se recuerdan, los compañeros por fin se han visto las caras. Sin embargo, mientras Vázquez se ha mostrado risueño, bromista y tranquilo, la colaboradora ha reaparecido con un nudo en la garganta y visiblemente molesta. 

El presentador ha colocado sobre la mesa una estatuilla de San Judas para aliviar la tensión entre ambos, ya que fue la madrileña quien le regaló el objeto. Asimismo, se ha mostrado reacia a la reconciliación: "Yo trabajo aquí, todo se puede arreglar, pero ahora mismo no me veo preparada".

"Me sentí humillada cuando me gritaste", le ha reprochado entonces Esteban al presentador. "Lo he pasado mal. He llorado mucho. Pero bueno, no pasa nada, en todos los trabajos pasan cosas. Por supuesto, sé que lo habrás pasado mal. Prefiero que lo dejemos y hablar contigo en privado. Tú eres de una manera y yo soy de otra", ha añadido, entre lágrimas, y ha pedido zanjar la conversación.

A pesar de los primeros minutos de tensión, Vázquez ha insistido en que quiere hacer las paces. "¿Belén, tú sabes que te quiero mucho, no? Yo no quiero que llores ni que sufras", se ha sincerado, aclarando que la reconciliación no partía de "una cuestión de diferenciar políticas, sino una forma de ser".

Belén Esteban duda sobre su continuidad en el programa  

Finalmente, ambos han defendido que no piensan retirar ninguna palabra que pronunciaron durante su enfrentamiento, aunque podrían arreglar su amistad. Así, en lugar de darse un abrazo, se han chocado el codo mientras miraban a cámara. En la fotografía, Esteban ha sonreído forzadamente, aunque tranquila. 

Asimismo, la tertuliana ha avanzado que ha recibido "ofertas" de otros programas que no son Sálvame y que duda sobre su continuidad en el programa. La de Paracuellos ha sido escueta y no ha querido aportar demasiados detalles. "Tengo planes y tengo que mirar por mí".

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