Borja Terán Periodista
OPINIÓN

El futuro de David Broncano en TVE: debilidades y fortalezas de su salto al abierto

David Broncano, humorista y presentador de 'La Resistencia' de Movistar+.
David Broncano, humorista y presentador de 'La Resistencia' de Movistar+.
LA RESISTENCIA
David Broncano, humorista y presentador de 'La Resistencia' de Movistar+.

Tras semanas de idas y venidas, el fichaje de David Broncano por TVE es una realidad y su equipo de La Resistencia saltará de Movistar Plus a la cadena pública. Así lo ha aprobado este miércoles el consejo de administración de la radio televisión pública. Aunque, ojo, el oasis de la televisión de pago poco o nada se parece a la presión de una cadena en abierto. Más difícil todavía en la situación que vive TVE, donde en las últimas épocas la devoradora teatralización de la política ha permitido que se escrute con lupa casi cualquier jocosidad que se emite en La 1, con indiferencia de que esté justificada dentro del tono de un guion de entretenimiento. Lo que ha mermado la posibilidad creativa en TVE. Lo que ha frenado el crecimiento de la autoría dentro de La 1.

Pero David Broncano es autoría pura. Y su llegada a TVE debería romper con ese miedo que se ha ido adquiriendo. De hecho, su programa sólo funcionará si se permite a sus creadores ser coherentes con el carácter sarcástico que les define y no se titubee desde la cadena a la primera suspicacia de cambio que sobresalte en redes sociales.

No obstante, el equipo de La Resistencia también deberá ejercer el equilibrio para que su personalidad llegue a más públicos. A su favor está que, desde su origen en Movistar Plus, han tenido clara la hoja de ruta de qué querían ser y qué no, entendiendo que el buen humor es el que no se queda a medio gas. Es una de las claves con las que Broncano ha cimentado un todopoderoso vínculo de complicidad con un público que le permite todo, pues está implicado con el show ya que se siente tratado con inteligencia. Como consecuencia, la ofensa es mínima. Porque la audiencia comprende los contextos cómicos. Hasta cuando se pasan de la  raya.  

Un programa con la gran virtud que no necesita presentar a 'colaboradores'. Como el 'Un, dos, tres...', los protagonistas del show de Broncano son personajes reconocibles por el espectador sin necesidad de explicar o subrayar su función en el programa. Aparecen, van y vienen, de manera orgánica al estilo de una buena teleserie. La resistencia cuenta con buenos secundarios, que son cruciales a la hora de hacer avanzar la trama: Grison, Ricardo Castella, Jorge Ponce... saben mucho y bien del oficio de la tele. Incluso el propio público es protagonista activo. Castella y Ponce, además, cuentan con más experiencia en cadenas generalistas que el propio Broncano, que también deberá evolucionar su carisma. Como la propia vida, los personajes deben ampliar su arco narrativo. Y ya esta decisión evidencia que no hay temor al cambio. Abandonar la tranquilidad de Movistar Plus, lejos de los focos de los conflictos, y emprender etapa en una TVE en el ojo del huracán en sí mismo ya remite a ganas de avanzar.

Ahora habrá que ver cómo será el nuevo programa de David Broncano. Quizá sea un buen momento para afrontar su emisión en directo, como realiza El Hormiguero. En este sentido, algunos piensan que este fichaje puede hacer pupa a Pablo Motos. Muy ingenuos estos algunos, pues Antena 3 tiene una franja muy potente de ocho de la tarde a once de la noche y el show de Trancas y Barrancas está consolidado en el imaginario colectivo como cita familiar (hasta cuando predican política). En cambio, La Resistencia es una espacio más minoritario, con un lenguaje más exclusivo que no es lo mismo que excluyente e incluso con menos colorinchi. Es la atmósfera que le distingue, no pasa nada.

Aunque esa realidad no impide que pueda salir de la burbuja plácida de la televisión de pago y evolucionar hacia un espacio más competitivo que enriquezca a la cadena pública como revulsivo creativo. Un lugar que acerque nuevos públicos a La 1 y abra sillón a rostros de la cultura y la sociedad que no siempre tienen hueco en prime time. Ahí también es el momento en el que Broncano empiece a dejar atrás su intenso papel de ingenuo y explore desde su comedia toda la sabiduría popular que le ha ayudado a llegar hasta aquí.

En este sentido, en La 1 solo funcionará su programa si tanto el humor como la entrevista termina descubriendo e inspirando al espectador. El público que no es fan acérrimo de un espectáculo desconecta si se siente frustrado. Suele pasar con entrevistas interruptus, cero documentadas o de chiste fácil, donde el gag incordia la conversación. Sin embargo, ese mismo público se queda hasta el final, atento y motivado hasta cuando no comprende todo lo que sucede en plató, si aprecia que el presentador escucha a sus convidados desde la admiración contagiosa. Y Broncano viene de una radio cómica en la que aprendió a escuchar bien. Es más, su mirada es hábil sacando punta. Sólo falta que le den paciente vía libre para escuchar con la creatividad que él escucha.

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