Noche agridulce para los fans de Operación Triunfo. La gala 3 trajo consigo una nueva expulsión, la de Eli, que estaba nominada y en la cuerda floja junto a Rafa tras unas semanas en las que las redes incluso habían pedido su expulsión disciplinaria por su actitud dentro de la Academia.

Para ella, la noche había comenzado bien. La canaria recibió el apoyo de su familia y de su chica, "la otra mujer de su vida".

El público, tanto en plató como en televisión, pudo ver las muestras de cariño que se dedicaban. Un beso fue la guinda: "Te amo muchísimo. Estoy súper orgullosa de ti y pase lo que pase eres una gran artista", le dijo su chica a la concursante, que volvía a besarla en señal de agradecimiento por esas bonitas palabras.

Un gesto muy aplaudido en las redes sociales, que volvieron a situar el programa en un claro ejemplo de visibilidad LGTB. 

Sin embargo, los elogios se tornaron críticas cuando, en el momento de la expulsión, Roberto Leal dejó de dar los esperados porcentajes -muchos usuarios de las redes sociales aseguraron que llevaban toda la semana esperando ese momento y el hashtag #Eliminada fue tendencia durante toda la gala-, lo que causó la indignación de los seguidores del formato.