Media España continúa completamente pendiente del futuro de Daniel Sancho que, tras haber confesado el asesinato y descuartizamiento del cirujano colombiano Edwin Arrieta, se podría enfrentar a una condena de pena de muerte en Tailandia. Si el juez opinase lo mismo que las autoridades, el joven se enfrentaría a la pena máxima, que solo podría ser conmutada por el rey de Tailandia.
En caso de ser condenado a pena de muerte, el hijo de Rodolfo Sancho cumpliría la condena en la prisión de máxima seguridad de la capital tailandesa que, sorprendentemente, se llama Hilton de Bangkok; aunque, obviamente, no cuenta con las comodidades de un hotel de cinco estrellas.
Así, Espejo Público ha podido hablar en directo con un expreso que cumplió una pena de veinte años en la citada cárcel. De esta manera, y con la traducción de Two Yupa, el hombre ha destacado que en la prisión se cuida a los presos y se trata a todos por igual: "La gente pasa y nadie quiere saber de nadie".
Por ello, el hombre piensa que si Sancho ingresara en esa prisión podría encontrar a otros reos que le apoyasen: "Los extranjeros se buscan y hacen grupo entre ellos por el idioma y las costumbres". Además, ha recalcado que Daniel Sancho compartiría módulo con otros asesinos y siempre llevaría grilletes, por lo que no habría muchas posibilidades de represalias por parte de otros presos.
Asimismo, el exreo ha explicado que los presos se despiertan sobre las 5:00 o 6:00 horas y, hasta las 8:00 horas se dedican a asearse, lavarse los dientes y hacer la 'cama'. Una vez acabado esto, desayunan. En total, se hacen tres comidas al día y la principal suele consistir en una sopa; mientras que la cena se basa en arroz y fruta. La celda, aunque no es muy amplia, se comparte entre diez o doce personas.
De la misma manera, ha explicado que, aunque no hay colchones, a cada preso le corresponden tres mantas: una para hacer de cama, otra de almohada y otra más para arroparse; aunque esta última no la utilizarían puesto que la prisión tiene una temperatura de 40 grados. Además, si el preso tiene dinero, que es el caso de Daniel Sancho, puede contratar a otro preso para que le lave la ropa, le haga la cama y otras tareas.
Finalmente, el expreso ha destacado que la gente suele integrarse gracias a los deportes que se practican dentro del centro penitenciario y, además, disponen de un televisor en el que pueden ver noticias, series y películas, aunque a las 21:00 horas tiene que apagarlo.
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