La clara de huevo, el plátano y el kiwi: los alimentos que provocan más sensibilidad alimentaria

La intolerancia y la alergia pueden provocar problemas digestivos, sistémicos, musculares y neurológicos, pero también lo hace la sensibilidad alimentaria. Estos son algunos de los ingredientes que más favorecen su desarrollo. 

Tercer cajón para los plátanos, que superan ampliamente los 10 kilos. Son 13,54 por persona.
Según un estudio, el 74,5% de los pacientes que se someten a un test presentan sensibilidad al plátano.
Pixabay/_Alicja_
Tercer cajón para los plátanos, que superan ampliamente los 10 kilos. Son 13,54 por persona.

El verano suele ser época de cambio de hábitos. Uno de los más comunes se da en la alimentación ya que solemos incorporar a nuestra dieta más verduras y frutas para combatir la altas temperaturas y hacemos muchas más comidas fuera de casa: playa, piscina, terrazas, chiringuitos, restaurantes… Esto provoca también que se incremente el número de personas que se interesan por la sensibilidad alimentaria.

De hecho, un estudio realizado por el labotatorio Eurofins Megalab, expertos en análisis clínicos, genética y anatomía patológica, concluye que los test de sensibilidad alimentaria aumentan en un 18% entre los meses de julio y septiembre. Según este mismo estudio, algunas frutas y verduras son las causantes de las sensibilidades más frecuentes.

“De los pacientes analizados que presentan reactividad a algún alimento, el 74,5% presentan sensibilidad al plátano, el 60,8% son sensibles al kiwi y el hasta el 45,1% presentan sensibilidad a la piña”, afirman. “Asimismo, otro alimento especialmente delicado es la clara de huevo (76,5%) por la gran variedad y cantidad de alérgenos que contiene, muchos más que la yema. A mucha distancia encontramos la leche y el queso de vaca, al que son sensibles el 41,2% de los participantes en el estudio”, añaden.

Para los especialistas es importante atender a los síntomas que derivan de la sensibilidad a determinados alimentos y detectar a tiempo su existencia para poder tomas medidas "debido a las consecuencias a largo plazo que puede tener para la salud". También insisten en diferenciar la sensibilidad alimentaria de la intolerancia alimentaria o alergias.

“La sensibilidad alimentaria surge cuando nuestro sistema inmunitario crea anticuerpos frente a las proteínas que contienen determinados alimentos (antígenos), provocando, unas horas o días después de la ingesta, síntomas tan diversos como problemas digestivos (diarrea, estreñimiento, flatulencias, hinchazón, malas digestiones, síndrome del intestino irritable o acidez), sistémicos (edemas), musculares (fatiga) y neurológicos (migraña, depresión, ansiedad, hiperactividad). Las alergias o las intolerancias producen una reacción mucho más rápida y severa”, explican.

¿Cómo funcionan los test de sensibilidad alimentaria?

Ante cualquier sospecha o presencia de alguno de estos síntomas, los expertos de Eurofins Megalab recomiendan realizar una prueba de diagnóstico para identificar el alimento al que se presenta sensibilidad y ponerse así en manos de un médico o nutricionista que ayude a abordar cualquier incidencia. Algunos de estos test son capaces de analizar el impacto sobre el organismo de hasta 204 alimentos y se realizan por la técnica Microarray.

Esta técnica se desarrolló para el estudio de expresión de genes y ha sido adaptada para estudios de interacción de proteínas y pequeñas moléculas en el diagnóstico clínico de forma habitual, permitiendo en este caso la determinación de los niveles de anticuerpos lgG4 presentes en la muestra del paciente, frente a los diferentes antígenos incluidos en la prueba. Tras la realización de la prueba se clasifican los alimentos estudiados en tres grupos en función de la reactividad generada:

- Verde: alimentos tolerados que no generan sensibilidad en el paciente.

- Amarillo: alimentos que generan una sensibilidad moderada en el paciente.

- Rojo: alimentos que generan sensibilidad alimentaria y que deberán eliminarse de la dieta temporalmente y ser reintroducidos de forma controlada.

Una vez determinada la presencia de sensibilidad alimentaria y los alimentos que presentan mayor reactividad, es fundamental acudir siempre a un especialista que aconseje al paciente sobre la dieta más adecuada a seguir. 

“Es importante que la población sepa que dispone de herramientas efectivas que les ayudan a detectar posibles alimentos que producen síntomas y consecuencias incómodas. Es importante recalcar que cualquier tratamiento que se decida llevar a cabo en función de los resultados de la prueba de sensibilidad alimentaria, deben ser consultado o prescritos por un experto, ya sea médico o nutricionista.”, explica José Ramón González, asesor científico en Eurofins Megalab.

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