En España cada vez tenemos mayor y mejor conocimiento del uso de plantas medicinales para tratar temas relacionados con la salud emocional. Sabemos de la existencia de muchas, que se comercializan para ser infusionadas, o bien en cápsulas, pero probablemente muchos no sabíamos de la existencia de la ashwagandha.
Esta planta cuyo nombre es tan difícil de pronunciar, es conocida popularmente como el 'ginseng indio', y se lleva utilizando en la medicina tradicional desde hace miles de años. De hecho, su uso se remonta a la antigua medicina ayurvédica india, hace más de 3.000 años.
Breve historia de la ashwagandha
Para descubrir todos los beneficios sabidos (y algunos que están en plena investigación) de esta planta milenaria, 20minutos ha consultado con una experta, Carla Ramón, producto manager de la marca pionera de complementos alimenticios para la salud Solgar.
"De forma tradicional, la ashwagandha se utilizaba para combatir la ansiedad, el insomnio e incluso tratar molestias articulares, además de como afrodisíaco favorecedor de la fertilidad".
"Los científicos comenzaron a estudiar las propiedades medicinales de esta planta a principios del siglo pasado. Ahí fue cuando se descubrió que contiene determinados compuestos que pueden reportar beneficios relacionados con el rendimiento y la salud en general, beneficios que nos tomamos muy en serio en Solgar y en nuestras investigaciones".
¿Para qué sirve la ashwagandha?
En palabras de nuestra experta, "la ashwagandha es una planta adaptógena y, como tal, ayuda al organismo a restablecer el equilibrio y adaptarse al estrés. ¿Cómo lo consigue? Los estímulos estresantes provocan una respuesta específica en nuestro organismo que aumenta los niveles de cortisol, lo que origina la sintomatología asociada al estrés como la ansiedad, la dificultad para dormir, el cansancio…"
"Los compuestos químicos de la ashwagandha parecen regular los niveles de cortisol del organismo, equilibrando así sus efectos y contribuyendo a mejorar la ansiedad en personas con ansiedad persistente. Contribuye también a mejorar el patrón y la calidad del sueño, y ayudar en la reducción del estrés", explica Carla.
¿Quién (y cuánto) puede tomar ashwagandha?
La parte de la planta activa es la raíz. Lo habitual es tomarla junto con el desayuno o la comida. "La dosis dependerá del tipo de extracto, de si está estandarizado, y de su riqueza en principios activos". Lo más recomendable en estos casos, es seguir siempre las indicaciones del fabricante del producto.
Esta planta que puede interferir positivamente en nuestro estado de ánimo puede ser tomada por "cualquier persona que busque un apoyo adaptogénico y una ayuda para sobrellevar el estrés de su día a día".
¿Todo el mundo puede tomar ashwagandha?
Esta planta adaptógena "ha demostrado ser una planta bastante segura con pocos efectos indeseables. Sin embargo, no debe ser utilizada en menores de edad, embarazadas o durante la lactancia. Tampoco se recomienda su uso en personas con enfermedades autoinmunes o problemas tiroideos", señala la experta.
La ashwagandha "también puede interferir con determinadas medicaciones por lo que, en caso de tener alguna condición médica o seguir algún tratamiento, lo más recomendable es consultar con un especialista antes de tomarla".
Estos son los 4 beneficios demostrados de la ashwagandha
La ashwagandha puede beneficiar a nuestro estado de ánimo de varias maneras diferentes. Cuatro de las más interesantes y con eficacia probada son las que detallamos a continuación, con ayuda de Carla Ramón.
Esta planta contribuye a solventar los momentos de estrés y ansiedad, gracias a su capacidad para disminuir los niveles de cortisol, la conocida como hormona del estrés.
Al resultar un apoyo en las épocas de estrés y ansiedad más acusadas que todos tenemos de manera cíclica, esta planta ayuda a la óptima relajación y, por tanto, a un mejor descanso. Esto se traduce en un impacto positivo sobre nuestro estado de ánimo, sin duda.
Su tercera ventaja, como adaptógeno que es, es que eleva nuestra energía y vitalidad incrementando la resistencia corporal. Esta circunstancia, a su vez, mejora nuestro estado de ánimo al sentirnos más activos.
Para finalizar con sus beneficios, la ashwagandha mejora la función cognitiva, incluyendo la memoria y la atención. Un mayor rendimiento cognitivo puede tener una influencia positiva tanto en el estado de ánimo como en la sensación de bienestar general del individuo.
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