Mantener una buena salud no es casualidad. La sociedad en que vivimos, también aquí en España, nos somete a un ritmo de vida que nos puede llevar al límite. Llega así el cansancio o una sensación de falta de vitalidad. Nos falta energía para continuar.
Esa fatiga puede ser una respuesta de nuestro organismo ante unos elevados niveles de estrés. Nos ponemos entonces a descubrir vitaminas, hierbas y todo tipo de suplementos que -nos prometen- van a multiplicar nuestra energía. Pero no ocurre casi nunca. No hay milagros.
Tener una buena salud requiere trabajo, elecciones inteligentes de estilo de vida y algún que otro chequeo y prueba"
Tener una buena salud, la que garantiza energía, "requiere trabajo, elecciones inteligentes de estilo de vida y algún que otro chequeo y prueba", asegura la Harvard Medical School. Parte de ese buen estilo de vida que mejora nuestros niveles naturales de energía se basa en hábitos de nuestro día a día. Los expertos de Harvard apuntan estos cinco:
Controlar el estrés
Las emociones inducidas por el estrés consumen enormes cantidades de energía. Hablar con un amigo o familiar, unirse a un grupo de apoyo o acudir a un psicoterapeuta puede ayudar a disipar el estrés. Las terapias de relajación como la meditación, la autohipnosis, el yoga y el tai chi también son herramientas eficaces para reducir el estrés.
Beber agua
"¿Cuál es el único nutriente que ha demostrado mejorar el rendimiento en todas las actividades de resistencia, excepto en las más exigentes?", preguntan retóricamente los médicos de Harvard Health. No es una bebida deportiva cara. Es el agua. Si a nuestro cuerpo le faltan líquidos, uno de los primeros signos es la sensación de fatiga.
Hacer ejercicio
La práctica de ejercicio proporciona a las células más energía para quemar y hace circular el oxígeno. Además, puede aumentar los niveles de dopamina en el cerebro, lo que ayuda a mejorar el estado de ánimo. Estos expertos en salud recomiendan que cuando caminemos, aceleremos el ritmo periódicamente para obtener beneficios adicionales.
También la actividad física puede reducir en gran medida el riesgo de cardiopatías, accidentes cerebrovasculares, diabetes de tipo 2, cáncer de mama y de colon, depresión y caídas. Hacer ejercicio mejora la resistencia, las relaciones sexuales y garantiza un sueño más profundo...
Dormir y hacerlo profundamente
La Harvard Medical School asegura que dormir, y dormir bien, es necesario para estar sanos y con energía. Para ello los expertos recomiendan crear una buena rutina y dormir cada noche a la misma hora. A todo ello ayuda hacer ejercicio, la única forma demostrada de aumentar el tiempo de sueño profundo, el tipo de sueño que restaura especialmente la energía.
Cuanto más profundamente dormimos, menos probabilidades tendremos de despertar en mitad de la noche y más descansados nos sentiremos al día siguiente. El ejercicio también aumenta el tiempo de sueño REM, el momento del sueño en el que se sueña con más frecuencia y de forma más vívida. Más tiempo en sueño REM también restaura su sensación de energía, aunque no tanto como el sueño profundo.
Pasar tiempo al aire libre
Muchos estudios han mostrado que salir de casa y rodearnos de la naturaleza tiene muchos beneficios para la salud. Sí, Pasar tiempo al aire libre también nos ayuda a aumentar nuestra energía. De paso nos damos un buen baño de sol, que es la mejor manera de obtener vitamina D (que ayuda al cuerpo a absorber el calcio y que juega un papel importante en el sistema nervioso, muscular e inmunitario).
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