El sedentarismo supone un gran riesgo para la salud y es cada vez más frecuente. Muchos trabajos se realizan sentados frente a un ordenador y no son pocas las personas que, tras una larga jornada de trabajo sentados, pasan a disfrutar de su tiempo de ocio en la misma posición, de hecho, en España, el 27,4 % de personas de 16 y más años se declaró sedentaria en su tiempo libre, según datos recogidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Un estilo de vida sedentario puede hacer que perdamos masa muscular, aumenta las posibilidades de subir de peso, debilita los huesos, perdiendo contenido mineral, el sistema inmunológico funciona peor, así como la circulación. Por eso es buena idea mantenerse activos, aunque sea con pequeñas actividades, como salir a caminar a diario. Si no tenemos demasiado hábito de ejercicio, podemos encontrarnos tras comenzar a practicarlo con algunas consecuencias, como los espasmos musculares, aunque este no es el único motivo por el que se producen.
Espasmos musculares: qué son, por qué se producen y cuándo acudir al médico
Los espasmos musculares son movimientos repentinos e involuntarios. Hacen que los músculos se vuelvan tensos y rígidos, suelen ser breves y puede llegar a ser muy dolorosos; en general se pasan tras unos segundos o minutos, pero la zona puede quedarse resentida bastante tiempo después. Pueden producirse en cualquier músculo del cuerpo, pero son más habituales en los de las piernas, como las pantorrillas.
Los espasmos musculares, que también suelen denominarse calambre o tirón, a menudo aparecen cuando el músculo está sobrecargado, por un exceso de ejercicio, o lesionado. En ocasiones aparecen cuando se hace ejercicio sin una correcta hidratación, cuando no se han consumido suficientes líquidos, pero también cuando se tienen bajos los niveles de minerales como el potasio y el calcio.
Algunos espasmos musculares pueden estar relacionados con un problema médico, como un flujo sanguíneo insuficiente, que puede estar provocado por un estrechamiento de las arterias que riegan los músculos, o a causa de un pinzamiento del nervio, un dolor que suele empeorara al caminar. Otras causas también están relacionadas con la ansiedad y el estrés.
En general, los espasmos musculares son inofensivos, pero hay ocasiones en las que no está de más consultar con un profesional, como cuando se producen con cierta frecuencia, las molestias que producen son intensas, no mejoran a pesar de los cuidados, van acompañados de debilidad muscular o se produce hinchazón, enrojecimientos o cambios visibles en la piel.
Si los espasmos son parte de una afección de salud neurológica, el paciente suele tener síntomas diferentes, que también deberán ponerse en conocimiento del profesional sanitario pertinente. Por ejemplo, entre los síntomas encontramos dolores de espalda, cuello o cabeza, sensación de pinchazos, temblores, parálisis, mala coordinación…
Prevención y tratamiento ante los espasmos musculares
Aunque cualquiera puede sufrir espasmos musculares, hay personas que son más propensas que otras, en este grupo encontramos a los adultos mayores, a los atletas, a las personas obesas y también a las mujeres embarazadas. Entre las personas con trastornos nerviosos o problemas de tiroides, los espasmos aparecen más habitualmente.
Ante el primer signo de espasmos musculares, el primer paso es detener la actividad, estirar el músculo y tratar de masajearlo. El calor puede ayudar a que este se relaje y, cuando el dolor mejore pasado un tiempo, se suele aplicar hielo. En algunos casos es necesario llegar a tomar algún antiinflamatorio, como ibuprofeno. En casos más graves, será el médico quien decida si es necesario recetar algo diferente. En general, mejoran con reposo y tiempo.
Para prevenirlos, siempre es recomendable estirar de manera adecuada antes de hacer una actividad física que requiera más esfuerzo, evitar excedernos al ejercitarnos, intentando hacer más de lo que podemos y sin escuchar a nuestro cuerpo. También es necesaria una correcta hidratación, no solo en el momento, también en nuestro día a día; incluir en nuestra dieta frutas y verduras, como el plátano, rico en potasio, puede ser clave.
Referencias
Calambre muscular - síntomas y causas - Mayo Clinic. (2023, 12 mayo). https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/muscle-cramp/symptoms-causes/syc-20350820
Calambre muscular: MedlinePlus Enciclopedia Médica. (s. f.). https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/002066.htm
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