La UE prohíbe el color cromado en coches y automóviles a partir de 2024 por sus efectos para la salud

La Unión Europea ha prohibido las tonalidades cromadas en vehículos porque pueden llegar a afectar al organismo con graves enfermedades. Hay riesgo de intoxicación por contaminantes en su fabricación que desarrollaría en la salud humana consecuencias tales como cáncer de pulmón. 

Coche cromado de fucsia
Coche cromado de fucsia
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Coche cromado de fucsia

La Unión Europea ha prohibido para este 2024 aquellos coches fabricados en color cromado. Una tonalidad que, aunque en España no es muy usual, suele ser muy común en coches exclusivos y de alta gama. Esta pintura se usa en varias partes del vehículo por lo que se puede encontrar en el tubo de escape, los parachoques o las manillas de las puertas. Decir adiós a estos coche y motos tiene un motivo de peso: la salud humana y el medio ambiente. 

La Unión Europea ha llevado a cabo esta prohibición después de estar siguiendo el procedimiento con el que se le da este toque cromado a los coches. Es ahí cuando ha llegado a la conclusión de que es un producto potencialmente tóxico para aquellos que trabajan cada día en su fabricación. Una situación que recuerda a la vivida hace unos meses sobre la toxicidad en productos con purpurina, que ya no se comercializan desde el 17 de octubre de 2023.

¿Qué efecto provoca en la salud el color cromado?

Esta tonalidad, tal y como ha asegurado la Comisión Europea, se ha prohibido por el cromo hexavalente. Así se denomina la forma tóxica del mental cromo. Esta investigación sobre el impacto que podría tener en la salud humana ya se inició en 2017 mediante la directiva REACH. Mientras tanto, este tiempo han estado trabajando en encontrar alternativas fiables. Aun así, este 2024 ha sido el elegido para que llegue la prohibición definitiva. 

El mayor problema que ha encontrado la Unión Europea es de cara a aquellos trabajadores que día a día trabajan en la fabricación de estos materiales. El cromo hexavalente, también conocido como cromo VI, es una forma de cromo que puede tener efectos adversos para la salud humana y el medio ambiente, como ya hemos comentado. 

Este compuesto químico es conocido por ser carcinogénico y puede causar daño en órganos como el hígado, los riñones, los pulmones y el sistema respiratorio en general. La exposición prolongada a niveles altos de cromo hexavalente está asociada con un mayor riesgo de cáncer de pulmón, asma, dermatitis e irritación en la piel.

Impacto en el medio ambiente del cromo hexavalente

Manillar de coche cromado.
Manillar de coche cromado.
Getty Images

El cromo hexavalente puede ingresar al medio ambiente a través de diversas fuentes, como vertidos industriales, desechos de cromo en la fabricación de productos químicos y de cuero, y aguas residuales. Una vez en el agua, puede contaminar los cuerpos de agua superficiales y subterráneos, afectando la vida acuática y la calidad del agua potable. 

Es por ello que la toxicidad puede llegar a muchos organismos de peces, crustáceos y algas. Y, a su vez, esto podría interferir con los procesos fisiológicos normales de estos organismos, lo que lleva a la muerte y a la disminución de las poblaciones locales.

Pero, además del mar, el cromo hexavalente también puede contaminar el suelo, especialmente en áreas cercanas a sitios de eliminación de desechos o plantas industriales. Esta contaminación del suelo puede afectar la calidad y la capacidad de los cultivos para crecer de manera saludable, lo que puede tener impactos económicos y en la seguridad alimentaria.

¿Sabes que el cromo se encuentra en alimentos?

Alimentos que aportan pequeñas cantidad de cromo.
Alimentos que aportan pequeñas cantidad de cromo.
Getty Images/iStockphoto

El cromo se puede encontrar en diferentes formas en la naturaleza. De hecho es un oligoelemento que se encuentra en pequeñas cantidades en los siguientes alimentos:

  • Carne: Carne de res, cerdo, pollo y pavo.
  • Pescado: Especialmente pescados de agua de mar como la trucha, el salmón y el atún.
  • Huevos: Tanto la clara como la yema de huevo contienen cromo.
  • Frutas y verduras: Algunas frutas y verduras son buenas fuentes de cromo, incluyendo brócoli, uvas, manzanas y plátanos.
  • Granos enteros: Cereales integrales como la avena, la cebada y el trigo integral pueden contener cromo.
  • Nueces y semillas: Almendras, nueces, y semillas de girasol y de calabaza son buenas fuentes.

Es importante tener en cuenta que la cantidad de cromo en estos alimentos puede variar dependiendo de varios factores, como la calidad del suelo en el que se cultivaron, los métodos de procesamiento de los alimentos y otros factores ambientales. Por lo general, al encontrarse en pequeñas cantidades no tienen un riesgo alto. 

Pero, hay que tener en cuenta que entre el cromo y el cromo hexavalente hay una gran diferencia. Aunque sean elementos químicos, este último adquiere una composición de alta toxicidad. Por ello, su impacto en el medio ambiente, en la flora acuática y el cultivo, adquiere una magnitud problemática paralela a la salud humana. Y, es que, esta contaminación puede llegar a las personas a través de la ingesta de agua o alimentos contaminados con cromo hexavalente.

Referencias

ToxFAQsTM: Cromo (Chromium) | ToxFAQ | ATSDR. (s. f.). https://www.atsdr.cdc.gov/es/toxfaqs/es_tfacts7.html

Cromo en la dieta: MedlinePlus enciclopedia médica. (s. f.). https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/002418.htm

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