El balance en la calle del año que estamos a punto de terminar se resume gráficamente en que ha sido «un año de mierda». La frase concentra las sensaciones de dolor, frustración, rabia, decepción o angustia de la inmensa mayoría por culpa de una pandemia que nadie se esperaba, aunque ahora se nos diga que era inevitable.

El virus SARS en 2003 seguido del susto de la gripe aviar debían haber alertado a los gobiernos ante algo que solo era cuestión de tiempo que sucediese. La Covid-19 se ha convertido en uno de esos llamados ‘cisnes negros’: acontecimientos impredecibles que trastornan fuertemente la sociedad, pero que con el tiempo se catalogan como ineludibles. Si realmente esta vez hemos aprendido la lección y la próxima pandemia no nos pilla desprevenidos, algo bueno habremos sacado de este 2020 junto a otras cosas que también merecen ser reseñadas para insuflarnos optimismo. Aunque este ha sido un año de mierda, también ha tenido su lado positivo: la fortaleza de la Unión Europea, la derrota de Trump y el éxito de las vacunas.

La pandemia, con sus desastrosas consecuencias sociales y económicas, podría haber sido la puntilla para la lenta y tambaleante Unión que, sin embargo, sale reforzada. Pese a todos los peros, el acuerdo de 750.000 millones para apoyar principalmente con préstamos y subvenciones las reformas e inversiones de los estados miembros es un logro histórico. 

Los retos a los que se enfrenta el planeta tras la pandemia serán más abordables sin el magnate populista [Donald Trump]

En paralelo, el presupuesto total de la UE, con 1,8 billones hasta 2027 para la reconstrucción desde una apuesta ecológica y digital, añade otro avance más. Por último, que la Comisión haya protagonizado la compra de las vacunas y que la vacunación haya empezado de forma prácticamente simultánea, es un ejemplo irrebatible de que juntos somos más fuertes. El agónico brexit ha acabado siendo en 2020 la mejor vacuna contra la desintegración del proyecto europeo, que sigue adelante más unido.

En el otro lado del Atlántico, la pésima forma como Trump se ha enfrentado a la emergencia sanitaria ha sido clave en su derrota electoral. Los retos a los que se enfrenta el planeta tras la pandemia, sobre todo en la lucha contra el cambio climático, un desafío de gravísimas consecuencias, serán más abordables sin el magnate populista.

El regreso de los EUA al multilateralismo es una buena noticia para un mundo que necesita reformar y fortalecer los organismos internacionales de gobernanza en clima, salud y comercio. Pero si algo bueno ha tenido este 2020 es la demostración de que la ciencia es la mejor aliada de la humanidad. En 2021 vamos a vencer a esta pandemia El logro en tan poco tiempo de las vacunas nos debe infundir optimismo sobre el futuro. Con más voluntad política podríamos hacer un mundo justo para todos.