Los jóvenes siempre somos señalados. Permítanme el atrevimiento de incluirme en los jóvenes, pues, si bien es cierto que por edad no podría optar a la nueva compra de voluntades de Pedro Sánchez a través del nuevo ‘bono cultural’, sigo sintiéndome representada cuando se habla de juventud.

La izquierda nos criminaliza, nos colectiviza, nos culpabiliza a los más jóvenes solo por continuar atacando a Madrid. Estos días nuevamente lo hemos comprobado con los famosos botellones, asociándolos a la juventud y a, cómo no, Isabel Díaz Ayuso.

"Cada vez son más los jóvenes que emprenden. Y cada vez son más los jóvenes que para ello eligen Madrid"

Los jóvenes somos mucho más que ese colectivo en el que la izquierda nos quiere encasillar. Durante la pandemia, los jóvenes dimos un ejemplo de responsabilidad individual, poniéndonos a disposición de los más vulnerables para llevarles la compra a sus casas o hacerles pequeñas gestiones. Hemos hecho enormes sacrificios cambiando nuestros hábitos, adaptándonos a las clases telemáticas y manteniendo el contacto con nuestros amigos y familiares a través de videollamadas.

Ahora más que nunca, los jóvenes estamos demostrando que somos motor de cambio y que no le pertenecemos a nadie, por mucho que intenten comprarnos. Somos conscientes del complicado porvenir que tenemos en este país, siendo líderes como nación en la tasa desempleo juvenil de la Unión Europea y con un Gobierno de España que nos conduce a la dependencia del Estado ante la falta de oportunidades.

Pese a todo, los jóvenes no nos conformamos y nos rebelamos. Cada vez son más los jóvenes que emprenden, que innovan, que buscan sacar adelante su propio proyecto. Y cada vez son más los jóvenes que para ello eligen Madrid, encontrando aquí la oportunidad que en sus comunidades se les niega. Porque Madrid sí es una región para jóvenes, con un sinfín de alternativas, de planes y eventos, de ocio, de cultura, de turismo y trabajo.

Por eso, al lector más joven quiero dirigirme y decirle que mientras más intenten colectivizarnos, más libres nos harán. Cuanto más nos señalen, mayor ejemplo daremos. Somos nosotros, los jóvenes, los que escribiremos el futuro y los que ya estamos cambiando el presente.