Borja Terán Periodista
OPINIÓN

'La Resistencia', desmontando la peligrosa cultura de la cancelación

La Resistencia
Marc Segui reflexionando con David Broncano en 'La Resistencia'
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La Resistencia

"Era un chaval que no quería estudiar, que no tenía aspiraciones en la vida. Estaba todo el día en la calle, estaba todo el día fumando. No tenía buenas ideas. No hacía nada bien. Lo que buscaba era atención. La historia es que un amigo mío puso un tuit un día, se encendió una llama y, entonces, pensamos 'si empezamos todos a poner burradas, lo más heavy que se nos ocurra, ¿se liará parda en las redes?'. Efectivamente, lo conseguimos". Marc Segui se excusa en La Resistencia de sus inaceptables mensajes machistas y homófobos que sembró en sus redes sociales. Ha pasado un tiempo, pero aún le acompañan. Aunque diga estar arrepentido de aquello. 

El propio David Broncano grabó más tarde de lo habitual su programa al ver las críticas a la presencia del músico en La Resistencia. Desde las redes sociales se intentó paralizar tal visita porque Segui ha promovido valores nefastos para la sociedad. ¿Se iba a blanquear el odio? Finalmente y tras hablar con Segui, Broncano decidió seguir adelante y empezar la que quizá ha sido la entrevista más seria de la historia de La Resistencia. De hecho, el cómico empezó preguntando a su invitado por sus despreciables proclamas. Y él aportó contexto. Vamos, se vino a definir como que era un niñato. Pero aquellos tuits nocivos para la convivencia de los que ahora reniega le perseguirán siempre. Y pueden afectar aquellos que pretendan entrevistarle. Como La Resistencia.

Son las consecuencias de la cultura de la cancelación, que se resume en que si alguien comete un grave error ya no hay segundas oportunidades. Rápida y drásticamente se pide el despido y la anulación de la visibilidad de esa persona. Sin matices, porque la forma de consumo de las redes sociales fomenta una demolición de los matices. Esos que atisban lo que es importante de lo que no. Incluso vislumbran si eres un verdugo o, en realidad, una víctima de tus propios prejuicios. Si erras ya no hay posibilidad de cambiar a los ojos de Twitter, 

Barack Obama: “Si tuvierais fotos de todo lo que hice en el instituto, probablemente no habría sido presidente de Estados Unidos”

Por supuesto, hay líneas rojas que no se deben traspasar. Segui las saltó y hasta las pisoteó. De ahí la preocupación de La Resistencia que se planteó de verdad paralizar el encuentro al ver la indignación en las redes sociales con su controvertido entrevistado de la noche. El ruido viral tiene más influencia en los creadores del audiovisual que en la propia sociedad que vive más ajena a los flujos de comentarios en Twitter.

Pero Broncano decidió con inteligencia acercarse a la fuente, el entrevistado, y preguntar. Porque hasta en las más terribles guerras, a menudo, es necesario humanizar al enemigo. Así se pueden romper prejuicios, estigmas y trampas. No quedarse en el hecho en sí e intentar indagar pasar saber de qué fruto es tal hecho. Más aún cuando la salida de tono es protagonizada por alguien tan joven perdido mientras encuentra su lugar.

Al final, la convivencia en sociedad también debe primar el derecho a la reinserción. O estaremos creando una sociedad más pacata y, paradójicamente, más intolerante. Tenemos que aprender a leer con más astucia el contenido en las redes sociales para diferenciar con claridad lo esencial de lo accesorio. Aún no sabemos hacerlo. Ya lo dijo Barack Obama: “Si tuvierais fotos de todo lo que hice en el instituto, probablemente no habría sido presidente de Estados Unidos”. Cancelar a una persona por un acto puntual o pasado sin sopesar las circunstancias que lo produjeron y sin permitirle jamás la posibilidad de equivocarse ni de evolucionar también puede ser una forma de intolerancia. Tolerancia cero con la intolerancia, en sus múltiples variables.

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