Cuesta volver a la normalidad en un momento en el que nada es normal, pero los colegios lo van a intentar. La semana que viene, cuando los niños se junten en clase el lunes y vuelvan por la tarde a sus casas con sus padres, este país asumirá una prueba de fuego. Otra más. Seguramente los contagios registren otro pico por esos contactos, pero ahora el virus es más débil. Toca volver al día a día.