Bueno, por lo que se ve, lee y oye, los mandatarios y asimilados del mundo mundial, sobre todo los del llamado primer mundo, en vez de reconocer que no han sabido ni han sido capaces de proteger a la población del coronavirus dichoso, ahora hacen nacionalismo barato cuando anuncian la tan deseada inmunidad de rebaño.

Joe Biden, presidente de los Estados Unidos, prometió hace unos días una cierta vuelta a la normalidad gracias a las vacunas para el 4 de julio, su Fiesta Nacional, el día de la independencia.

El comisario europeo del Mercado Interior, Thierry Breton, es decir, el responsable de las compras colectivas para los 27 países de la UE, francés él, aseguró este lunes que la Unión tiene la capacidad de “entregar de 300 a 350 millones de dosis de aquí a finales de junio”, y que, para el 14 de julio, día de la Fiesta Nacional de Francia, se tendrá “la capacidad de alcanzar la inmunidad a nivel del continente”.

Ya lo ven, el comisario francés, en vez de rendir cuentas por lo mal que lo ha hecho la Unión Europea en lo relacionado con las vacunas, se envuelve con la bandera. La misma Comisión Europea ya le ha dicho que no lo tiene tan claro. Un día de estos, Pedro Sánchez nos anuncia que en España estaremos todos vacunados el 12 de octubre.

A 23 de marzo, según “Our World Data”, hasta en Marruecos se ha vacunado más que en casi cualquier país de la Unión Europea: 19 dosis por cada 100 personas por 14 en España o 13 en Alemania y Francia, por ejemplo. Y el comisario francés nos viene con la “grandeur”. ¡Menuda vergüenza!