Juan Luis Saldaña Periodista y escritor
OPINIÓN

Curso de trepas, primera convocatoria

Trepar requiere técnica y dedicación.
Trepar requiere técnica y dedicación.
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Trepar requiere técnica y dedicación.

Lo he pensado más de una vez y se lo he dicho a mis amigos: tenemos que apuntarnos a un cursillo de trepas. He mirado la oferta y -por ese nombre- no encuentro nada que tenga que ver con lo que busco. Sí que he encontrado un “curso de trepa” en el que te enseñan a trepar árboles con soltura. Lo más cercano que ofrecen ahora es un curso avanzado en la trepa de árboles durante el mes de abril. Son veinte horas y cuesta más de trescientos euros. Te capacita para podar árboles altos. Hay que llevar material propio, arnés y mascarilla FFP2 (“no es la quirúrgica sino la blanca”, dice el anuncio). El problema es que hay que ir a Elche. Me lo pensaré.

El curso que yo andaba buscando es el de trepa estructural. Algunos amigos andamos necesitados de aprender técnicas para medrar en organizaciones humanas sin que se note demasiado. Compruebo sorprendido que no existe ninguna oferta en la red. Así que, como dicen algunos, voy a crear el curso al que me gustaría acudir. ¿Hay una mejor autoayuda que esta?

En primer lugar, necesitaríamos un poco de contexto histórico: trepas famosos en la historia. Esto daría para mucho. Habría que analizar a los grandes emperadores y dictadores que ha generado la humanidad. Después, sería necesario estudiar a políticos de diversas épocas y sistemas de organización humana hasta llegar a los trepas de democracia liberal. Aquí se nos iría mucho tiempo, muchas horas lectivas y mucho programa. Habrá que reducir y buscar un profesor trepa que sepa hacer un buen resumen en tres horas. Se abre oferta de empleo.

Trepa, advenedizo y arribista: llega a ser la mejor versión de ti mismo. ¿Te apuntas?"

Después necesitamos tips. Ahora todo se arregla con tips. Nada de consejos, ni de ideas. Queremos tips y no queremos demasiados. Las vidas se cambian con diez o quince propuestas. Veinte como mucho. Saber hacer la pelota, tener olfato para hacer amigos influyentes o ricos directamente, leer solo biografías de tiburones y libros que te enseñan a ser rico, tratar a la gente con superioridad, incluso con cierto desprecio, vestir bien, usar marcas y hacer que se note, buscar la exclusividad, rodearse de un falso misterio para esconder el vacío y tratar de tener siempre la última palabra. Estos consejos sirven para la formación del trepa en su vida personal y ocuparán un tercio del curso. Pasamos ahora a las formas de conducta dentro de una organización.

Hay que juntarse con los más flojos y contratar siempre a gente peor que uno mismo. La adulación es clave y hay que saber practicarla sin que se note mucho. Haremos prácticas sobre esto. No hay que ser demasiado trabajador, pero sí hay que parecerlo. Tienes que estar en la oficina, si llegas antes que los demás, tendrás una cierta autoridad moral para mirarlos por encima de la pantalla mientras ves los resúmenes del fútbol. Tu pecho debe ser un imán para las medallas y debes aparecer en todas las fotos que después van a las redes sociales. Este es solo un esbozo de la parte esencial del curso. Le dedicaremos dos tercios del programa en profundidad. Haremos un módulo interesantísimo sobre partidos políticos en los que hay algunas particularidades especiales que todo alumno debe conocer.

Menos autoayuda y más trepar. Nos quedamos en la famosa zona de confort, pero con conocimiento de causa y sin que se note. A más responsabilidad, más confort y más marrones para los de abajo. Ese es el objetivo. Nos falta un título para el curso y ya podemos empezar a captar alumnos. A ver qué tal este: “Trepa, advenedizo y arribista: llega a ser la mejor versión de ti mismo”. ¿Te apuntas? 

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