ETA agoniza, está más débil que nunca, tiene serias dificultades para atentar y también para comunicarse con sus activistas y formar nuevos comandos. A pesar de todos estos análisis de los servicios antiterroristas, las estadísticas no mienten. La banda aún mantiene en primera línea, en vanguardia, a 37 etarras.

Y aunque los sucesivos golpes policiales han mermado su operatividad (desde 2008 han caído cinco cúpulas militares y dos políticas, y se ha detenido a 323 entre etarras y colaboradores), lo cierto es que ETA sigue viva. Sigue robando coches "y furgonetas", según fuentes antiterroristas; sus activistas se mueven (dos de ellos huyeron el 6 de enero de un control policial en Francia); y aún es capaz de organizar importantes robos (el 20 de diciembre asaltó material informático en una empresa gala, suficiente para falsificar 23.000 permisos de conducir españoles).

Esta vanguardia etarra ha logrado reorganizarse "aceptablemente", señalan las mismas fuentes. En junio de 2009, 20 minutos publicó los nombres de los 41 etarras que entonces componían su primera línea. En este tiempo han sido detenidos 20, otros 21 se mantienen y aparecen 16 nuevos nombres.

Todos ellos están bajo las ordenes de la nueva cúpula, controlada por la línea dura de ETA, reticente a dejar las armas. La detención de Iraitz Guelasaga, su 'cerebro informático', pocas horas después del último comunicado, ha sido un claro mensaje a la dirección etarra: el texto del lunes, el alto el fuego "permanente, general y verificable" es insuficiente y decepcionante.

Fuentes solventes han explicado a este diario que "es muy posible" que ETA emita un tercer comunicado (el primero fue en septiembre) que "matice" el del lunes, es decir, que deje bien claro la irreversibilidad de la tregua.

El texto se haría público este mismo mes, o a más tardar en febrero, y sería fruto de la presión de Batasuna para poder tener opciones de presentarse a las elecciones de mayo. Arnaldo Otegi, en una entrevista en Gara, asegura que "no volverán a cometer los mismos errores". Y el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, afirmó este miércoles que Batasuna tiene que estar en las elecciones si cumple la ley. El vicepresidente Rubalcaba marca el camino: "Batasuna tiene que hablar con ETA" para que deje las armas. "Aún no ha completado este camino para poder ser legal y concurrir así a las elecciones".

Apodados así por apostar por la lucha armada y por esta enfrentados al clan de los Ternera, que abogan por el diálogo. Al menos seis de ellos están en puestos de responsabilidad, aunque sólo tres (Pla, Sorzábal y Lesaka) ocupan la jefatura política. Mikel Oroz y Alejandro Zobarán serían los encargados de reorganizar los comandos. En junio de 2009 este diario publicó que ETA tenía 41 activistas en primera línea, de los que 21 ya han sido detenidos. Otros 20 siguen en la lista.