El Gobierno declara el estado de alarma por la crisis de los controladores

El vicepresidente primero del Ejecutivo, Alfredo Pérez Rubalcaba, durante la rueda de prensa en la que ha informado de que el Gobierno ha declarado, por primera vez en la historia de la democracia, el estado de alarma.
El vicepresidente primero del Ejecutivo, Alfredo Pérez Rubalcaba, durante la rueda de prensa en la que ha informado de que el Gobierno ha declarado, por primera vez en la historia de la democracia, el estado de alarma.
EFE
El vicepresidente primero del Ejecutivo, Alfredo Pérez Rubalcaba, durante la rueda de prensa en la que ha informado de que el Gobierno ha declarado, por primera vez en la historia de la democracia, el estado de alarma.

El Consejo de Ministros aprobó este sábado un decreto por el que declara el estado de alarma, "de acuerdo con lo establecido en la Constitución", que durará hasta un máximo de 15 días, según anunció el vicepresidente primero y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba en rueda de prensa en el Palacio de La Moncloa.

Según Rubalcaba, el efecto "práctico inmediato" ante esta situación es que a partir de ahora los controladores "pasan a estar movilizados" y, "si no van a trabajar, incurrirán en un delito de desobediencia tipificado en Código Penal Militar".

El periodo de duración del estado de alarma se ha fijado en quince días, el plazo máximo que marca la normativa, si bien Rubalcaba ha dicho que "el Gobierno espera que no dure tanto".

A la reunión del Consejo de Ministros acudieron, invitados por el presidente del Gobierno, Jose Luis Rodríguez Zapatero, el Fiscal General del Estado y el Abogado General del Estado. Esta es la primera vez en la historia de la democracia que un Gobierno declara el estado de alarma.

Los controladores regresan a sus puestos

El anuncio surtió efecto de forma casi inmediata: desde AENA comenzaron a enviarse cartas personalizadas a los controladores informándoles de la decisión tomada por el Gobierno y explicándoles qué es lo que supone el Estado de Alarma y qué implica el no cumplimiento de lo decretado y de su no incorporación a sus puestos de trabajo.

A las 13 h, una hora después de la comparecencia del vicepresidente, algunos controladores comenzaban a regresar a sus puestos de trabajo y, por ejemplo, en Barajas al menos una treintena acudían a la torre de control del aeropuerto. Los controladores entraban con semblante serio y, entre ellos, había trabajadores que no debían realizar sus labores hasta el turno de noche.

Les siguieron los controladores de El Prat de Barcelona y de los demás aeródromos. Antes de que comenzara el turno de tarde, 28 de los 58 sectores del espacio aéreo español contaban ya con los controladores en sus puestos de trabajo: en el centro de control de Sevilla había abiertos 4 sectores de 7; en Barcelona, 11 de 15; en Madrid, 5 de 23; en Canarias, 7, de 9; y en Baleares, 1 de 4.

Además, pasadas las 14 h, se produjo el primer despegue de un vuelo desde España, en concreto, desde Las Palmas de Gran Canaria y los vuelos transoceánicos y de largo radio que no pudieron aterrizar por la mañana en el aeropuerto de Barajas y que fueron desviados a aeropuertos portugueses comenzaban a tomar tierra en Madrid.  A las 16 h, los siete centros de control aéreo ya estaban trabajando a pleno rendimiento.

Publicado en el BOE

El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado un número extraordinario en el que se recoge el real decreto del Gobierno por el que se declara el estado de alarma ante la situación de "calamidad pública" generada por la actitud de los controladores aéreos. El decreto (número 1673/2010), al igual que otros dos aprobados ayer para hacer frente a esta situación, ha sido firmado por el Rey en Argentina, donde se encuentra participando en las reuniones de la cumbre iberoamericana.

El texto declara el estado de alarma para la normalización del servicio público esencial del transporte aéreo y explica que el artículo 19 de la Constitución reconoce a todos los españoles el derecho a la libre circulación por el territorio nacional.

Añade que el abandono de sus obligaciones por parte de los controladores civiles de tránsito aéreo, impide el ejercicio de ese derecho y constituye "una calamidad pública de enorme magnitud por el muy elevado número de ciudadanos afectados, la entidad de los derechos conculcados y la gravedad de los perjuicios causados". El Gobierno considera indispensable decretar el estado de alarma y explica que las medidas del real decreto son las imprescindibles para hacer frente a la situación y resultan proporcionadas a la extrema gravedad de la misma.

El decreto, tal y como ha explicado en rueda de prensa el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, determina que los controladores pasan a tener la consideración de personal militar y a quedar sometidos a las leyes penales y disciplinarias militares.

"Los controladores civiles de tránsito aéreo al servicio de AENA mantendrán todas las facultades inherentes a las licencias, habilitaciones, anotaciones y certificados médicos de que sean titulares, si bien ejercerán dichas atribuciones, en todo caso, bajo la organización y supervisión del Ejército del Aire", explica el artículo 4 del decreto.

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