Portugal ha extremado los controles de fronteras en los aeropuertos y en los puntos de paso con España y practicó varias detenciones y expulsiones, dentro de sus medidas de seguridad por la cumbre de la OTAN que empieza este viernes.

El Servicio de Extranjeros y Fronteras (SEF) ha informado de que en las últimas 24 horas se había "controlado" a 82.552 personas y se había impedido la entrada a 127 extranjeros por motivos de seguridad relacionados con la conferencia de dos días de la Alianza Atlántica.

Dirigentes de las organizaciones civiles que han preparado una "contra-cumbre" en Lisboa acusaron a las autoridades lusas de impedir el paso sin motivo justificado a pacifistas que intentaban sumarse a sus actos.

La Policía portuguesa detuvo a once personas y se incautó de varias armas blancas y una de fuego, así como de material considerado "anti-OTAN" o utilizable contra las fuerzas de seguridad.

Detenciones cerca de Badajoz y Galicia

En Caia, junto a la provincia española de Badajoz, se realizaron cuatro de las detenciones, dos de ellas por posesión de armas blancas y una por tráfico de droga, en tanto que en las fronteras con Galicia fueron arrestadas otras siete personas.

Medios oficiales aseguraron que también fue rechazado un autocar finlandés con 35 personas en su interior y un automóvil particular con cinco supuestos activistas anti-OTAN franceses que pretendían entrar a Portugal por las fronteras españolas.

El SEF aseguró que los controles fronterizos, contemplados en las medidas extraordinarias adoptadas por Portugal con motivo de la cumbre, se han desarrollado con "normalidad" y están orientados a garantizar el orden público y la seguridad de la conferencia, en la que participan cerca de medio centenar de delegaciones.

No obstante, portavoces de los movimientos anti-OTAN acusaron a Portugal de "represión" por impedir la entrada en el país de manifestantes no violentos "sin fundamento legal".

Iniciativas "no violentas"

La Plataforma portuguesa Anti-Guerra Anti-Nato (PAGAN) y el Comité Internacional de Coordinación (ICC) de la coalición "No to War No to NATO" resaltaron que sus iniciativas son de "desobediencia civil" y "estrictamente no violentas".

Estas agrupaciones, que organizaron este jueves su primera manifestación en Lisboa contra la Alianza con apenas centenar y medio de participantes, se quejaron de que sus simpatizantes no puedan llegar a la ciudad y acusaron a la OTAN de estar al margen de la democracia.

El fuerte dispositivo de seguridad puesto en marcha por las autoridades lusas incluye dos blindados policiales, aviones de combate, una fragata y cerca de 10.000 efectivos, entre policías, bomberos, sanitarios y protección civil.

Brotes de violencia

Una de las mayores preocupaciones de las fuerzas de seguridad son los brotes de violencia que puedan surgir el sábado, cuando las organizaciones anti-OTAN han convocado su manifestación principal, en la que temen la presencia de miembros del grupo "Black Block", de orientación anarquista y violenta.

Portavoces de PAGAN e ICC aseguraron, sin embargo, que no tienen información de su presencia en la concentración del sábado, en la que esperan reunir a más de 10.000 simpatizantes en una marcha por el centro de la capital lusa, a varios kilómetros de la sede de la cumbre.

El Gobierno Civil de Lisboa ha autorizado esa manifestación, que recorrerá por la tarde la principal arteria de la ciudad, la Avenida da Liberdade, y otra que discurrirá en una zona más alejada que han convocado varias organizaciones cívicas.