Iglesias y Montero, amenazados a la entrada del juicio por el acoso a su familia: "Sal aquí fuera si tienes cojones"

Pablo Iglesias se ha encarado contra un grupo de personas que le increpaban a las puertas del Juzgado de lo Penal número 14 de Madrid, donde se celebra el juicio contra Miguel Ángel Frontera, el vecino de Brunete acusado de delitos de acoso.
Un hombre se encara e increpa a Pablo Iglesias a su llegada al juzgado.
@PabloIglesias - X
Pablo Iglesias se ha encarado contra un grupo de personas que le increpaban a las puertas del Juzgado de lo Penal número 14 de Madrid, donde se celebra el juicio contra Miguel Ángel Frontera, el vecino de Brunete acusado de delitos de acoso.
Un hombre se encara e increpa a Pablo Iglesias a su llegada al juzgado.
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Pablo Iglesias ha plantado cara a un grupo de personas que le increpaban a las puertas del Juzgado de lo Penal número 14 de Madrid, donde se celebra el juicio contra Miguel Ángel F. D., el vecino de Brunete acusado de delitos de acoso, injurias graves con publicidad a una autoridad y descubrimiento de secretos, con motivo de lo que Iglesias e Irene Montero denuncian como siete meses de "acoso y violencia" en 2020 frente a su chalet de Galapagar (Madrid).

El exdirigente de Podemos, que salía del juzgado junto con la exministra de Igualdad, ha hablado cara a cara con unas personas que, según informa RTVE, "esperaban poderse encontrar" con él a las puertas de los tribunales. 

Los asistentes han tenido primero un encontronazo con la pareja con una valla de por medio. En un momento de máxima tensión, un hombre le ha estado gritando "asqueroso", "desgraciado" y "vallecano de mierda". "Os habéis aprovechado de todos, sobre todo de los obreros y de los vallecanos", ha criticado a ambos exministros. 

Pablo Iglesias ha difundido el vídeo del hombre que le increpaba desde fuera del recinto del juzgado y ha remarcado algunas de sus palabras: "A ti me gustaría encontrarte a solas, a ti. Sal fuera si tienes cojones. Eres un asqueroso...".

Ante estas instigaciones, Iglesias y Montero han salido y se han acercado al grupo, aunque ha sido el exvicepresidente quien ha tenido el encontronazo directo con ellos, concretamente con una mujer que pedía que no se la grabase. 

Esta conversación, menos agresiva que la ocurrida con la valla de por medio, ocurría mientras Irene Montero pedía que "alguien tiene que hacer algo" ante un grupo que ha calificado de "fascistas y acosadores".

Iglesias y Montero discuten a las puertas del Juzgado con un grupo de personas
Iglesias y Montero discuten a las puertas del Juzgado con un grupo de personas
RTVE

Los asistentes habían estado gritando a Iglesias y Montero durante sus declaraciones desde las inmediaciones del juzgado y también ha habido fuertes discusiones entre partidarios y contrarios al acusado.

Declaraciones de la pareja

A las puertas de los tribunales, Iglesias ha señalado que el acusado es la "punta de lanza de una estrategia mediática que mediante el acoso y la violencia" buscaba la marcha de la pareja de políticos "del país y de la política". "Es grave por lo que representa a la democracia española, ojalá no haya impunidad y esto no le vuelva a pasar a nadie", ha señalado el exvicepresidente, que a la vez ha achacado que "si se tratara de ministros del PP o del PSOE esto no hubiera ocurrido".

Irene Montero, por su parte, ha calificado al vecino de Brunete como "uno de los instigadores del acoso" a su familia durante meses "en el lugar que debería ser el más seguro para cualquier persona, que es su casa" y ha suscrito las palabras de Iglesias sobre la violencia mediática y política que lamentan haber sufrido "para impedir los avances sociales".

Iglesias se encara con un grupo de personas que le increpaban antes del juicio por el acoso a su familia en su chalet de Galapagar

Tras ello, la exministra ha censurado que en aquella época había presentadores de televisión que emplazaban a hacer romerías a su casa. "La guerra judicial y mediática siempre ha quedado en la impunidad y esperamos que Miguel Frontera sea condenado", ha señalado.

Prisión, multa y alejamiento

En su declaración durante el juicio, el exvicepresidente del Gobierno ha detallado cómo los incidentes de acoso durante meses a todas horas interfirió en su vida cotidiana, ya que era una "situación angustiosa" que se producía a diario a las puertas de su domicilio. Ambos han esgrimido que el acusado "podía llegar a hacer cualquier cosa" e incluso atentar contra ellos.

"Insultaban a cualquier hora. Cualquier desplazamiento con los niños o para sacar a los perros, implicaba una logística desagradable", ha narrado Iglesias, quien ha recordado un incidente que se produjo una tarde al bañar a los niños y ver como una persona estaba subida a una roca grabando.

Situaciones de tensión contra dirigentes de Podemos, como la vivida este lunes frente al juzgado madrileño, no son una novedad, igual que tampoco es la primera vez que Pablo Iglesias se encara a personas que se oponían a él. Lo hizo, por ejemplo, en 2021 en un acto de Coslada que fue interrumpido por un grupo de detractores de ultraderecha.

El Juzgado ha dejado visto para sentencia esta tarde el juicio. La Fiscalía mantuvo su petición de tres años de cárcel por dos delitos continuados de injurias graves con publicidad, un delito de acoso y un delito de descubrimiento de secretos, y que abone dos multas por valor total de 13.800 euros. También solicita que no se acerque a los denunciantes durante dos años. La fiscal ha sostenido que el acusado sobrepasó la libertad de expresión e incurrió en injurias continuadas y en "un acoso reiterado" que "alteró de manera muy grave" la vida de los denunciantes.

Para la fiscal está acreditado que el acusado gritó insultos a Iglesias como "hijo de puta" -el día de su cumpleaños- y advirtió de que no pararía "hasta que se fueran a Venezuela", y que exhibió una pancarta con las leyendas "Pablo Iglesias... hijo de terrorista" e "Irene Montero, ministra analfabeta cuyo mérito es tener las rodilleras gastadas". 

La acusación particular ejercida por Pablo Iglesias e Irene Montero también ha considerado "absolutamente acreditado" que el acusado cometió todos los delitos que se le imputan: solicita por lo tanto un año y medio de cárcel, multa de 9.000 euros e indemnización de 20.000 euros por daños morales por un delito de coacciones continuadas, un delito de acoso continuado, un delito de injurias graves contra las instituciones del Estado y un delito de descubrimiento y revelación de secretos.

Por su parte, la letrada de la defensa ha afirmado que nada está probado y que las imágenes extraídas de la vivienda eran solo "un barrido" en el que solo se ve "un perro", y ha apelado a varias sentencias que absuelven a personas que profirieron "críticas políticas". Ha añadido que es "muy grave" haber llegado al juicio "sin pruebas". Por su parte el acusado ha sostenido que no tenía intención de amenazarles ni acosarles, sino que acudió en varias ocasiones a la vivienda en 2020, junto a otras personas, en lo que era "una protesta política en plan mofa, en plan burla por las contradicciones del señor Iglesias", ya que éste había defendido que se hicieran caceroladas y escraches a personas como el rey.

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