Entrevista | Jorge Dezcallar, exdirector del CNI: "España ha cometido un error diplomático de principiante con Argentina"

  • El exembajador en Marruecos y Estados Unidos atiende a 20minutos para presentar su nuevo libro sobre Ucrania.
  • "El reconocimiento de España y Noruega del Estado palestino manda un mensaje a Israel de que tiene derecho a defenderse, pero no de esta forma", afirma.
  • Cree que la solución que "podría ser más factible" para Ucrania "sería la del armisticio tipo Corea".
Jorge Dezcallar
Jorge Dezcallar durante su entrevista con 20minutos.
Sergio García Carrasco
Jorge Dezcallar

"Conocemos los problemas, sabemos cómo solucionarlos y tenemos las herramientas, solo nos falta liderazgo y voluntad política". Esta es una de las tesis que el diplomático Jorge Dezcallar plasma en su nuevo libro, El fin de una era (La Esfera de los Libros). Dezcallar fue el primer director civil del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), además de embajador español en Marruecos, la Santa Sede y Estados Unidos. El que también fuera director general durante doce años en el Ministerio de Exteriores recibe a 20minutos para hablar de la situación que vive el mundo, entre las que destacan las guerras en Ucrania y en Gaza, así como las crisis diplomáticas que enfrenta el Gobierno español con Israel, tras el reconocimiento del Estado palestino que se producirá este martes, y con Argentina.

Esta semana se ha producido una crisis sin precedentes entre el Gobierno español y el argentino. ¿Cree que se ha reaccionado bien?No. España no ha actuado bien. Que Milei es un maleducado está fuera de toda duda, aunque pueda decir que el conflicto lo empezó el Gobierno español. Al margen de esto, lo que España ha hecho al retirar a la embajadora es regalarle a Milei la iniciativa. Si tú llamas a consultas a tu embajadora, la puedes devolver el día que tú quieras; pero si la retiras, tienes que nombrar a otra persona. Y esto significa que te tienen que dar el plácet las autoridades argentinas, por lo que pueden decidir si aceptarlo, negarlo o retrasarlo todo lo que quieran. Con ello, le estás dando a Milei el control de la crisis. Desde un punto de vista diplomático, es un fallo gravísimo de principiante por parte de Sánchez y el ministro Albares. Hemos creado un problema internacional, quizás exagerándolo, por razones de política doméstica. Se han antepuesto los intereses políticos a corto plazo sobre los intereses nacionales a largo plazo. Argentina es un país importantísimo para España donde hay 400.000 españoles, donde somos el segundo inversor, donde hay muchísimas empresas, y donde tenemos relaciones culturales. 

Publica El fin de una era, un libro en el que asegura que la guerra de Ucrania ha acelerado el curso de la historia. ¿Estamos ante el ocaso del poder del mundo occidental?No me cabe ninguna duda. Hoy los BRICS tienen más Producto Interior Bruto que el G7 y el centro económico del planeta se ha trasladado del Atlántico Norte a la zona del estrecho de Malaca. Ahí está ya el 65% de la humanidad y el 62% del PIB mundial. Estamos ante el fin del dominio occidental del mundo y, entre otras razones, porque los países del sur global están emergiendo con fuerza, con China a la cabeza, pero no es el único, le acompañan países como India y Brasil. Hay una serie de países que están pidiendo un nuevo reparto del poder en el mundo y unas normas diferentes.

¿Cuáles serían esas nuevas normas?Hay que tener en cuenta que las actuales se hicieron el año 1945 y beneficiaron a los vencedores de la Segunda Guerra Mundial, que se repartieron el poder en el Consejo de Seguridad de la ONU. ¿Por qué está Francia y no está India o ningún país africano? Eso tiene que cambiar. Estos países advierten de que las reglas que nos rigen son occidentales, basadas en el Derecho romano, la filosofía griega, el cristianismo, la Ilustración, el Renacimiento… Y ellos tienen una tradición intelectual y cultural diferente. Quizás para un asiático la meritocracia es más importante que la democracia, o el grupo es más importante que el individuo. Hoy en día no se podría aprobar por consenso la Declaración Universal de Derechos Humanos. Entonces las Naciones Unidas eran más pequeñas y más homogéneas. El mundo está cambiando muy deprisa. Y eso significa que el tiempo en el que nosotros hemos repartido el poder en el mundo de acuerdo con nuestros intereses está llegando a su fin.

¿Ese cambio se producirá de forma pacífica?Los miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas tienen derecho de veto, por lo que ninguno va a permitir que le echen. Lo que sí pueden hacer es ampliarlo, salvo que se acuerde que desaparezca y se cree otra estructura distinta. Aún así, esa ampliación no será fácil porque hay muchos países que están deseando entrar. No sé si va a ser pacífica la transición, pero estamos en lo que llaman la época de los monstruos, que es cuando un sistema termina y otro no acaba de nacer. ¿Vamos a un nuevo orden o vamos a un desorden? Yo creo que a corto plazo vamos a un desorden y puede desembocar en conflictos armados.

fotografo: Sergio García Carrasco [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Entrevista a Jorge Dezcallar
Jorge Dezcallar durante su entrevista con 20minutos.
Sergio García Carrasco

¿El de Ucrania está enmarcado en ese tipo de conflictos?Sin duda ninguna es una guerra imperialista porque Putin quiere que Rusia tenga la influencia internacional que tuvo la Unión Soviética sin darse cuenta de que eso es imposible. Entre otras cosas porque la URSS pudo estar a la par de Estados Unidos en algún momento, pero lo que no puede Rusia es estar a la par de Estados Unidos o de China, que tienen un PIB de 24 billones de dólares y 17 billones, respectivamente. Rusia, con 2,1 billones, no puede jugar la Champions por mucho que quiera.

En el libro aborda nueve posibles finales del conflicto entre Rusia y Ucrania. ¿Hay alguno que sea más factible en las circunstancias actuales?En este momento todavía no se dan las condiciones para que pueda haber una negociación, ya que tienes que estar dispuesto a hacer concesiones y tú no las haces si piensas que puedes ganar. Aún así, la solución que podría ser más factible sería la del armisticio tipo Corea. Es decir, que ninguno de ellos renuncie a sus objetivos máximos: Ucrania sigue queriendo recuperar Crimea, lo cual me parece que es pura utopía, y Rusia sigue queriendo tener toda Ucrania. No renuncian, pero acuerdan dejar de matarse en una línea de armisticio que normalmente debería ser la que marcan las tropas sobre el terreno en este momento. El inconveniente de este sistema es que en Corea se mantiene desde hace años gracias a que hay treinta mil soldados americanos desplegados allí y aquí no parece que los vayan a desplegar. Se mantendría un foco de inestabilidad en centro Europa, pero es mejor a que la gente continúe matándose.

Después de dos años de conflicto, sabemos a quién afecta más esta situación pero, ¿a quién beneficia?No estoy seguro de que alguien gane algo, pero los que más se acercan son los chinos y los estadounidense. China ha conseguido que Rusia se tenga que volver hacia ellos, pero como aliado menor, que es una reversión de viejas situaciones, porque siempre había sido la Unión Soviética el hermano mayor fuerte. Gana un aliado con vistas a un futuro enfrentamiento bipolar entre Estados Unidos y China. Y Estados Unidos porque está vendiéndonos toda la energía y está probando armas y manteniendo a Rusia enfangada en un conflicto.

En el libro habla de Ucrania, pero a su vez explica muchas dinámicas en el resto del mundo. Ahora mismo la ofensiva de Israel en Gaza ha tomado el relevo mediático. ¿Cómo valora lo que está ocurriendo allí?Hamás le ha hecho a Putin el mayor regalo al atacar a Israel, porque desvía la atención del conflicto de Ucrania. Y al centrar la atención ahí también detrae de Ucrania el envío de dinero, el envío de armas y, lo más importante, el envío de inteligencia. Además, el conflicto de Gaza también ha puesto de relieve lo que en muchos países del del sur global se llama la hipocresía de Occidente, ya que se escandalizan porque Ucrania es atacada y, sin embargo, no hacen nada para impedir la ocupación de los palestinos. El Gobierno de Netanyahu lleva mucho tiempo intentando aparentar que no hay un problema con los palestinos y habla incluso de ‘cortar la hierba cada ciertos años’. Han dado una patada hacia adelante y no abordan el problema, pero no habrá seguridad para Israel mientras no haya justicia para los palestinos. 

España reconocerá el próximo martes al Estado de Palestina. ¿Cree que tendrá repercusión en el conflicto?Sí la va a tener. Que lo hagan España y Noruega tiene un peso simbólico porque son los dos países de Europa que más se han distinguido en la búsqueda de soluciones para el conflicto en Oriente Medio. Noruega, con el proceso de Oslo y España, con la conferencia de paz de Madrid de 1991. Esto es una palmada en la espalda a los palestinos, para demostrar que están con ellos en un momento en el que están recibiendo una respuesta desproporcionada de Israel, pero también manda un mensaje a Israel que dice que nadie duda de su derecho a defenderse, pero no en la forma en la que lo está haciendo. Además, pondrá presión en otros países europeos que se pueden plantear qué hacer, porque lo que está pasando en estos momentos en Gaza apela a todas nuestras conciencias. 

¿En la ofensiva israelí en Gaza tendrá efectos prácticos?No creo que tenga efectos sobre el terreno, desgraciadamente. Israel se va a enrocar más en el victimismo y ya ha reaccionado retirando a sus embajadores. Veremos cómo responde porque es imprevisible, ya que están acosados interna y externamente. En el interior porque tiene una coalición de gobierno muy desigual y a Netanyahu no le interesa tener nuevas elecciones porque habría una investigación de lo que pasó con el fallo de seguridad del 7 de octubre. Por no hablar del juicio por corrupción en el que está inmerso. Y externamente es acosado, ya que incluso Estados Unidos le está diciendo que frene un poco en la ofensiva porque por más que le siga defendiendo el Consejo de Seguridad y mandando armas, esto está haciendo perder apoyos internacionales a Israel.

La situación de Palestina es muy compleja. ¿Se puede reconocer a un Estado sin una delimitación territorial como ha asegurado Sánchez?Palestina no reúne las condiciones que el Derecho internacional exige para ser un Estado. Estas son: un territorio claro, una población sobre ese territorio y el monopolio del uso de la fuerza. Palestina no tiene ninguna de las tres. No sabe qué territorio tiene porque está ocupado por Israel, no sabe cuánta población tiene porque tiene mucha en el exilio y no tiene el monopolio del uso de la fuerza porque en los territorios ocupados lo tiene Israel. No obstante, si reconocemos a Palestina, no podemos hacerlo en abstracto, sino con unas fronteras. Y las únicas que pueden ser son las de 1967, las que están en las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Esto implica Cisjordania, Gaza, los Altos del Golán y Jerusalén Este. Estos dos últimos han sido anexionados. En Cisjordania hay 700.000 colonos y Gaza está como está. España tendrá que definirse y si reconocemos el Estado palestino con territorios que Israel ha anexionado, pues obviamente a este no le va hacer gracia, pero es lo que dice Naciones Unidas.

Redactor '20minutos'

Redactor de Internacional, Exteriores y Defensa. Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y máster en Múndo Árabe e Islámico por la Universidad de Barcelona. En 20minutos desde diciembre de 2020. Escribo sobre conflictos armados, derechos humanos y geopolítica.

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