Christina Applegate comenzó muy joven en la actuación. Si bien no fue una niña actriz, sí que su fama le llegó de adolescente, cuando interpretó el papel de Kelly Bundy en la mítica serie Matrimonio con hijos. Ella tenía 15 años cuando comenzó la sitcom protagonizada por Ed O'Neill y, según ha relatado ahora, esto le provocó un importante trastorno alimenticio.
La actriz, que ahora tiene 52 años y que fue diagnosticada a principios de 2021 con esclerosis múltiple, ha sido una de las últimas invitadas al pódcast MeSsy, que conduce Jamie-Lynn Sigler, y en él se ha sincerado sobre lo que significó para ella estar expuesta al ojo público desde tan pronta edad.
"Sencillamente, me privé de la comida durante años y años y años", ha comenzado diciendo, afirmando que su juventud —la exitosa serie de televisión estuvo en antena una década, desde 1987 a 1997— fue "una maldita tortura" debido a la anorexia.
Applegate ha revelado que su madre, Nancy Priddy, la inscribió en el programa de la compañía Weight Watchers para que la ayudaran a controlar su dieta. "Ella siempre fue muy competitiva", ha declarado la intérprete sobre su progenitora, "y si yo bajaba a 110 [libras, unos 50 kilos] me preguntaba cómo lo había hecho, aunque la razón fuera que tenía un trastorno de la alimentación".
De hecho, Christina ha desvelado que hubo días que solo comía "cinco almendras" y que si por un casual tenía hambre y se comía una más "lloraba y lloraba y no quería salir de casa". "Eso se quedó dentro de mí durante años y años", ha añadido.
Todo, además, porque su personaje, que solía vestir con camisetas y faldas cortas, tenía que representar el papel tanto de hija rebelde como de vecina sexy. "Quería que mis huesos sobresalieran, así que no comía", ha declarado sobre la forma que tenía que mostrar su figura, algo que acabó alarmando al elenco y al equipo de la serie.
"Todos en el set tenían mucho miedo porque iban diciendo: 'Es que Christina nunca come'. Y ya me hablaron de ello", ha compartido sobre cómo le ayudaron, si bien afirma que el complejo continuó un tiempo e incluso pensó que estaba "enorme" cuando tuvo que cambiar su talla de ropa, que ya era la más pequeña, para que le quedara bien.
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