Xavier Domínguez Consultor y experto en comunicación política
OPINIÓN

'¡Cracktalunya!', o una Catalunya hecha pedazos

Estos son los 10 principales candidatos para las elecciones catalanas, de izquierda a derecha: Salvador Illa, Pere Aragonés, Carles Puigdemont, Ignacio Garriga, Jessica Albiach, Laia Estrada, Carlos Carrizosa, Alejandro Fernandez, Clara Ponsatí y Nuria Orriols.
Estos son los 10 principales candidatos para las elecciones catalanas, de izquierda a derecha: Salvador Illa, Pere Aragonés, Carles Puigdemont, Ignacio Garriga, Jessica Albiach, Laia Estrada, Carlos Carrizosa, Alejandro Fernandez, Clara Ponsatí y Nuria Orriols.
Henar de Pedro
Estos son los 10 principales candidatos para las elecciones catalanas, de izquierda a derecha: Salvador Illa, Pere Aragonés, Carles Puigdemont, Ignacio Garriga, Jessica Albiach, Laia Estrada, Carlos Carrizosa, Alejandro Fernandez, Clara Ponsatí y Nuria Orriols.

La campaña electoral catalana empieza de cero, otra vez. Todos esperaron a Sánchez y pues nada, empezamos de nuevo, esta va a ser la campaña más corta, pero no por ello menos impredecible.

Antes que nada y en buena lid quiero recordar a los lectores de estas letras, especialmente si son políticos, que no son artículos para defender a unos u otros. Lo son para hablar de campañas y de comunicación, para ahorrarse recibir mensajes del estilo “muy decantado hacia” o “se te ve muy del lado de”, que son expresiones populares preferidas por aquellos que desconocen qué es un consultor político y a qué se dedica.

Dicho esto, esta campaña es especialmente difícil porque está impregnada de emociones y muy poca razón, dirían los catalanes “molta rauxa i poc seny”.

Las gráficas y los eslóganes elegidos no son para recibir premios, son más bien conservadores, dedicados a los suyos, sin ganas, o sin capacidad de ir más allá de las fronteras de sus partidos. Y luego está el disparate de C’s de “detenlos”. Qué lejos quedan ya las campañas creativas de C’s en sus buenos tiempos, aquellos tiempos en que no se atrevieron a gobernar ni España ni Catalunya pudiendo hacerlo.

Los eslóganes de esta campaña son conservadores, dedicados a los suyos y sin ganas de ir más allá de sus partidos

De fotos, no hablamos. Un posado sin fin de clínicas odontológicas que sin mucha gracia tiene el colofón de Carles Puigdemont en un coche. Un coche. Sí, sí, ha leído bien, un coche, ese instrumento que sirve para viajar, desplazarse o diría la oposición a ellos, para huir. Ya sé, ya; quieren simular un coche oficial, pero lo siento, no lo habéis logrado.

En cuanto a candidatos, aquí es más difícil porque todos se molestan, hacen lo que toca. Aragonès defiende lo hecho, no dice lo que va a hacer, se está despidiendo, eso pasa cuando las campañas son de balance. Puigdemont tira de una mística ya gastada; Illa ha empezado cuando Pedro le ha dejado; la CUP, bien de salud gracias; C’s a días de recibir su acta de defunción, y el PP de Alejandro, resalto, el de Alejandro, entreteniendo en su departir cervantino, y por momentos quijotesco (piropo), que le sirve para surfear la ola de Génova pero sin un proyecto claro de Catalunya autónoma.

Catalunya merece más, estamos todos de acuerdo. El próximo presidente de la Generalitat será hijo de una traición

Catalunya merece más, en eso estamos todos de acuerdo, y más viendo lo visto hasta el momento. El ganador de estas elecciones obtendrá un resultado similar o peor que “los perdedores” Quin Nadal o Raimon Obiols, eternos perdedores que, hoy, cualquiera de los candidatos firmaba por tener ese resultado.

El próximo President de la Generalitat será hijo de una traición. O Aragonès traiciona a Illa y a Pedro para hacer presidente a Puigdemont, o traiciona a Puigdemont y el independentismo para hacer presidente a Illa. Puigdemont, si queda segundo como todo parece indicar, traiciona menos, solo podría ser presidente o traicionar a ERC haciendo presidente a Illa y convirtiéndose ya en la muleta más estable de Sánchez, pero traicionaría a su electorado. Illa, si hace presidente a Aragonés o a Puigdemont, traicionará a una parte de su electorado, digo del electorado, porque a Pedro no lo traicionará nunca si un independentista gobierna gracias al PSC, será un cambio de opinión más y Sant Jaume y Moncloa serán gobernados por los mismos: socialistas e independentistas.

El Elogio de la traición es un gran libro que espero que todos los candidatos tengan en su mesilla de noche, no para dormir mejor, sino para saber por qué no van a dormir.

Catalunya es complicada y los políticos la han complicado más, mucho más. Claret Serrahima decía “Catalunya es una desgracia y los catalanes unos desgraciados”, el mejor eslogan para definir esta campaña.

Catalunya es complicada y los políticos la han complicado mucho más

Como profesional de la comunicación política, aunque a algunos les moleste, me sorprende ver que nadie ha entendido de qué iba esta elección, de cuál era el mensaje a dar, pero sobre todo, la actitud a mantener frente a los comicios. Todos han ido a mínimos, a salvar los muebles de una Catalunya mermada, pequeña, “ombliguera”, que hoy sería incapaz de organizar unos Juegos Olímpicos no porque los ciudadanos no pudieran, si no porque los políticos no se hablan, no se entienden y, peor, no se escuchan.

Nadie en Catalunya ha entendido la diferencia entre ideología y valores, nadie ha entendido el poder de la movilización por un bien común, nadie ha entendido que esto no va de publicidad, si no de comunicación.

Nadie en Catalunya ha entendido que esto no va de publicidad; nadie ha entendido el poder de la movilización por un bien común

En fin, veremos que sale de las urnas, un más que probable bloqueo de partidos a partidos salvo un resultado sorpresa que solo puede venir del PSC, que obtenga más de lo que las encuestas les dan. Aun así, creo que estamos más cerca de unas segundas elecciones que de resolver el 12 de mayo, porque aun teniendo ganador y president, ser electo es una cosa, gobernar otra. Pregúntenle a Pedro, Pedro, Pedro…

Bueno, hay otra excepción, que el independentismo vuelva a sumar mayoría, pero poner de acuerdo a ERC y Junts no será fácil. Y que la CUP entienda el sistema, menos. Aragonès y Puigdemont se disputan la patente de corso de quièn es más president que el otro, o quién es dos años president primero, y quién dos años después.

Mientras, los catalanes iremos a votar por aquello que creamos nos da más, si es que a estas alturas, algo da para más. El perdedor sufrirá y probablemente, a excepción de Salvador Illa, el resto, si pierden, se irán, o no, siempre puede haber otro cambio de opinión, miren a Xavi Hernández, no a Pedro, que nadie dudaba que no se iba a ir así sin más. Por cierto, la primera vez que algo no le sale bien. Salut i molta sort.

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