Terelu Campos está tan sobrepasada por la presión mediática que estos días barrunta la idea de alejarse durante un tiempo de la televisión. No puede más. Dice estar siendo víctima de un acoso incomprensible e indefendible por cierto sector de la prensa, la misma a la que telefonea insistentemente para que dejen de hablar de sus asuntos más íntimos, de esos que vende al mejor postor a cambio de una portada o un sillón en los platós.
Terelu manda mensajes incendiarios, fuera de tono, con advertencias y anuncios de demanda a todos aquellos que son críticos, que cuestionan sus declaraciones o que, por ejemplo, defienden, a Bigote Arrocet. Las Campos al completo han pedido más de una cabeza y lo han hecho con paseos por los despachos y a través de escritos muy peligrosos.
Sin embargo, no habrá paz para las hijas de María Teresa Campos. Fuentes aseguran a 20minutos que está a punto de hablar uno de los colaboradores del antiguo programa Día a Día, presentado por la andaluza, y cuyas intenciones no son otras que explicar la verdadera relación que mantenían las hermanas y cómo se comportaban con el equipo cuando eran consideradas unas de las mujeres más poderosas del país.
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