Los ceses por no superar el periodo de prueba en indefinidos crecen un 430% desde 2019, el doble que el resto de bajas

Un camarero limpia una mesa en la plaza Real de Barcelona en una imagen de archivo.
Un camarero limpia una mesa en la plaza Real de Barcelona en una imagen de archivo.
DAVID ZORRAKINO / EP
Un camarero limpia una mesa en la plaza Real de Barcelona en una imagen de archivo.

Los ceses de trabajadores por no superar el periodo de prueba en contratos indefinidos se han disparado después del coronavirus y tras la entrada en vigor de la reforma laboral. El año pasado se registraron un total de 702.802 bajas de afiliación a la Seguridad Social por este motivo, un aumento del 430% si comparamos este dato con el de 2019, el último año anterior a la pandemia. 

De hecho, esta causa es la que más ha aumentado en términos relativos frente a 2019, por encima de las 27 que monitoriza la Seguridad Social. Unas cifras que han llevado a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, a estrechar la vigilancia de la Inspección de Trabajo ante posibles casos de "fraude" en el uso de los periodos de prueba.  

Así se desprende de un análisis de los datos de altas y bajas de trabajadores indefinidos que proporcionan los ministerios de Trabajo y Seguridad Social elaborado por 20minutos. El auge de despidos por no superar el periodo de prueba en indefinidos se puede explicar hasta cierto punto por el boom de contratación indefinida que se ha producido tras la reforma laboral. 

No en vano, en 2023 se firmaron 6,6 millones de contratos indefinidos, el triple de los que se formalizaron en el último año anterior al covid. Como es lógico, al dispararse la contratación fija también lo han hecho las bajas, que se han triplicado en comparación con 2019. Sin embargo, hay dos motivos de baja en la afiliación que han crecido mucho más en términos relativos que el resto: no superar el periodo de prueba (+430%) y el pase a inactividad de fijos discontinuos, que ha crecido un 400%. 

El fuerte incremento en los pasos a inactividad de trabajadores fijos discontinuos —aquellos que están contratados indefinidamente, pero solo trabajan en determinados periodos de actividad durante el año— se explica por el boom de este tipo de contratos. En 2023 se firmaron 2,3 millones de contratos fijos discontinuos, nueve veces más que en 2019. De hecho, los pases a la inactividad son ahora menos frecuentes que antes de la reforma laboral. En 2023, por cada nuevo contrato fijo discontinuo hubo 1,8 bajas a la inactividad, mientras que en 2019 esa tasa era de 3,3 inactividades por cada contrato.

Lo que está menos claro es por qué han aumentado tanto los ceses por no superar el periodo de prueba. Llama la atención que en 2023, por cada contrato indefinido firmado, se contabilizaron 9 ceses por no superar el periodo de prueba. Una frecuencia mayor que la que se veía antes de la pandemia y de la reforma laboral. En 2019 esa ratio era de 16 a 1; en 2018 era de 12 a 1; en 2017 de 13 a 1; en 2016 de 14 a 1...

Una hipótesis para explicar por qué han aumentado los periodos de prueba no superados es que algunas empresas estén utilizando este mecanismo de manera fraudulenta para evitar costes. De ahí que el Ministerio de Trabajo haya decidido reforzar los controles de la Inspección de Trabajo para detectar qué empresas despiden más durante el periodo de prueba y, si hay fraude, sancionar.

La duración de los periodos de prueba se recoge en el convenio colectivo que se le aplique al trabajador. Pero, con carácter general, no puede superar los seis meses en el caso de técnicos titulados y dos en el resto de trabajadores. Para las empresas de menos de 25 trabajadores está limitado a un máximo de tres meses. Además, está prohibido que un trabajador que ya haya ejercido unas determinadas funciones con anterioridad en la misma empresa y se le vuelva a contratar, tenga que superar de nuevo el periodo de prueba.

Un 7,5% de las bajas se producen por no superar la prueba

Pese a que los ceses por no superar el periodo de prueba se han disparado en los últimos años, este motivo de baja en la afiliación sigue siendo relativamente pequeño si lo comparamos con el resto. En 2023, el 44,6% de las bajas en contratos indefinidos se debieron a fijos discontinuos que pasaron a la inactividad, seguidos por las dimisiones voluntarias (21,4%) y bajas no voluntarias por otras causas (9,2%). Tras ellas aparecen las bajas por no superar el periodo de prueba, que suponían un 7,5% del total. Si descontamos los pases a la inactividad de fijos discontinuos, no superar el periodo de prueba supone ya el 13% de las bajas de afiliados con contratos indefinidos.

Los ceses durante el periodo de prueba no son despidos propiamente dichos, aunque la decisión de que se produzcan depende exclusivamente del empresario. Pero, después de la pandemia, ya superan a las principales causas de despido que contabiliza la Seguridad Social. En 2023 se registraron unos 700.000 ceses por no superar la prueba en indefinidos, más que despidos disciplinarios (488.803), despidos por causas objetivas (394.926), despidos colectivos (31.180) y despidos declarados improcedentes (1.290).

Sin embargo, estos motivos de baja han variado sustancialmente si se comparan con las causas que se registraban en 2019. Entonces, el 26,9% de las bajas se debían a pases inactividad de fijos discontinuos, el 22,6% eran bajas voluntarias y un 15% bajas no voluntarias por otras causas. No superar el periodo de prueba suponía en 2019 el 4,1% de los casos. 

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