El actor Warwick Davis está de luto, completamente devastado e inmensamente triste, y así lo ha hecho saber en un comunicado conjunto con la BBC. Ha perdido a su esposa y compañera actriz, Samantha Davis, quien fallecía a los 53 años el pasado 24 de marzo, si bien no había salido a la luz hasta ahora.
En el comunicado que ha realizado el actor de las sagas Harry Potter y La guerra de las galaxias y de la película Willow junto a la cadena pública británica se puede leer: "Su pérdida nos ha dejado un enorme vacío en nuestras vidas como familia. Echo de menos sus abrazos". Además, afirma que fue su "confidente más fiable y un apoyo fervoroso" en su carrera profesional.
Warwick Davis describe a su esposa como "una persona única", de esas que "siempre veían el lado bueno de la vida". "Tenía un sentido del humor mágico y siempre se acababa riendo con mis chistes malos", ha recordado el intérprete, de 54 años, sin que hayan trascendido las causas de su fallecimiento.
A Samantha le sobreviven su esposo y sus dos hijos, su hija Annabelle y su hijo Harrison, quienes en el comunicado añadieron que "su amor y alegría" les "acompañará durante toda la vida". "Nuestra madre era nuestra mejor amiga y nos sentimos honrados por haber recibido un amor como el suyo", han añadido. El matrimonio además había pasado antes por dos enormes traumas.
Warwick y Samantha se conocieron en el rodaje de la cinta que le lanzó a la fama, Willow, donde él era el protagonista y ella interpretaba a una de las aldeanas. Se casaron unos años más tarde, en junio de 1991, y, poco después, Samantha se quedó embarazada de un hijo, al que le pusieron de nombre Lloyd.
Sin embargo, falleció nada más nacer. "Vivió nueve días en los que nos enseñó mucho, pero fue muy duro. Experimentar aquello nos hizo más fuertes como pareja. Pero jamás lo superaremos, nadie supera perder un bebé", llegó a decir el actor. De hecho, la pareja tardó un tiempo en volver a intentarlo y, finalmente, Samantha se volvió a quedar embarazada.
Desgraciadamente, ese segundo bebé, al que habían bautizado en su mente como George, no superó la semana decimonovena de embarazo: Samantha sufrió un aborto involuntario. Davis dijo sobre estos momentos que su mujer "no quería intentar tener más hijos" porque "era demasiado dolor".
Pero sí que los tuvieron: Annabelle, nacida en 1997 y que también se ha convertido en actriz, y Harrison, seis años menos que su hermana. Los dos han heredado la enfermedad de su padre, displasia espondiloepifisaria congénita, el trastorno óseo que da lugar al enanismo esquelético. Samantha, por su parte, padecía acondroplasia, una alteración genética que es la causa de la mayoría de casos de enanismo.
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