A la hora de firmar una hipoteca hay una serie de conceptos que es fundamental entender para comprender el funcionamiento de un préstamo hipotecario y las responsabilidades que se suscriben con la firma del mismo. Uno de esos conceptos clave es el diferencial de una hipoteca: un concepto clave para entender cuál será la cuantía que el cliente deberá pagar cada mes. 

Esta cantidad se establece en las condiciones de la hipoteca y guarda una estrecha relación con el euríbor en el contrato hipotecario. ¿En qué consiste y cómo se entiende el diferencial de una hipoteca?

¿Qué es el diferencial de una hipoteca?

Tal y como explican desde el portal HelpMyCash, el diferencial de una hipoteca es el término que se emplea para referirse a una parte del interés variable que permanece constante. En la práctica de un contrato hipotecario, es una cuantía invariable, un porcentaje que no cambia y que se suma al índice de referencia (el euríbor en la mayoría de los contratos).

De esa suma sale el famoso TIN o tipo de interés nominal, el interés que pagarás por tu préstamo hipotecario. Si te ofrecen una hipoteca variable que sea de un interés de "1% + euríbor", ese 1 por ciento es el diferencial.

Esto implica que cuanto más alto sea el diferencial, mayor será el interés aplicado en la hipoteca, y por lo tanto sus cuotas, independientemente de si sube o baja el tipo de interés. Por ello, lo recomendable es tener un diferencial lo más bajo posible para mantener bajas las cuotas a pagar, incluso si sube el euríbor. 

A día de hoy, el diferencial hipotecario medio que se está firmando está alrededor del 0,70%.

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¿Cómo puedo saber el diferencial de mi hipoteca?

Si desconoces el diferencial de tu hipoteca, es posible conocerlo consultando el propio contrato hipotecario, ya que debe figurar en esa documentación por expreso como una de las condiciones de la póliza. También es posible consultarlo en la Ficha Europea de Información Normalizada (FEIN) que la entidad bancaria entrega antes de firmar la hipoteca. 

Otra opción es contactar con el banco con el que firmaste la hipoteca, ya que ellos guardan archivada toda la documentación sobre el préstamo.