Tanto el Gobierno como el Partido Popular confían en que la negociación para el desbloqueo del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) continúe pese a la ausencia de Didier Reynders, que hasta ahora mediaba en calidad de comisario de Justicia de la UE y ahora ha adelantado su excedencia para hacer campaña a la presidencia del Consejo de Europa. "La negociación debe continuar" y "acelerarse", sostienen fuentes del PSOE, "no hay excusas o dilaciones posibles".
El PP insiste en que su posición con respecto a la negociación del CGPJ sigue siendo la misma que en el inicio de las negociaciones con el PSOE: renovar el órgano y cambiar el sistema de elección de los jueces. Por lo tanto, insisten en que "no hay novedades" dentro del PP y miran para el PSOE, a quien exigen para ellos la misma capacidad de "ceder" que tiene Sánchez con el independentismo.
Reynders, que iba a aparcar su labor de mediación el 25 de abril, se ha marchado anticipadamente y deja en manos del PP y el PSOE el futuro de la negociación. Si ambos se muestran "dispuestos" a negociar, la vicepresidenta de la Comisión, Vera Jourova, tomará el testigo de Reynders. Así será, previsiblemente, dado que ambas partes han mostrado su disposición a continuar buscando un pacto.
La renuncia de Reynders, por tanto, no debería afectar a las negociaciones que se iniciaron en enero en Bruselas. Porque tal y como ha recordado el portavoz nacional Borja Sémper, al PP no le resulta "relevante la persona en sí" que haga de intermediario sino "el papel de la Unión Europea.
Así, se muestran optimistas en que pueda darse un acuerdo antes de junio, es decir, antes de las elecciones europeas. "Nuestros compromiso es independiente del calendario electoral", ha respondido Sémper antes de dar un tirón de orejas al PSOE: "Por el PP no va a ser", ha señalado con respecto al órgano que lleva más de un lustro caducado.
La renovación debería haberse producido en diciembre de 2018, pero las negociaciones que se han sucedido de forma intermitente desde entonces no han hecho sino fracasar. El PSOE defiende que la renovación es "indispensable" y "urgente" y, como el PP, deja la pelota en el tejado del contrario. El PSOE ya se ha prestado a negociar "con el formato elegido por el PP, el mediador elegido por el PP y los plazos asumidos por el PP", y ahora solo queda esperar a "cerrar un acuerdo muy pronto que ponga fin a esta crisis".
Pese a las esperanzas de los socialistas, no hay consenso en el aspecto clave de la negociación. Ambas partes parecen estar de acuerdo en la necesidad de renovar el Consejo, pero el Partido Popular cree que es imprescindible reformar paralelamente el modelo de elección de sus vocales. El PSOE, en cambio, se limita a hablar de renovación "sin condiciones" y quiere dejar para después la negociación de una eventual reforma del modelo de elección.
La Comisión Europea tiene su propia postura, recogida en el informe anual sobre el Estado de Derecho en los países miembro y reiterada por Reynders desde hace tiempo. Según dicta Bruselas, lo "urgente" es renovar el órgano, pero la reforma del modelo tiene que ocurrir "inmediatamente" después.
De momento no se sabe nada de la reunión que se iba a celebrar en Madrid hace semanas y no llegó a suceder, ni se conoce fecha prevista para un próximo encuentro entre Pons y Bolaños.
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