Aunque la conciencia de los estados oníricos se remonta a siglos atrás, no fue hasta 1913 cuando el psiquiatra holandés Frederik Van Eeden acuñó el término sueño lúcido tras estudiar sus propios sueños durante 14 años y llevar un diario de los mismos. Posteriormente, en las décadas de 1970 y 1980, investigadores como Stephen LaBerge demostraron que el sueño lúcido ocurre durante la fase de movimientos oculares rápidos (MOR). Durante esta fase, los soñadores pueden ser conscientes de que están soñando y, a veces, incluso controlar la narrativa de sus sueños.
El término sueño lúcido describe aquella experiencia en la que el soñador es consciente de que está dentro de un sueño. Durante un sueño lúcido, podemos limitarnos a observar o influir en la trama, alterar los escenarios y, en última instancia, tomar las riendas de nuestra propia imaginación. Las personas que son capaces de dominar esta experiencia reciben el nombre de onironautas.
Tres técnicas para inducir sueños lúcidos
Si bien no todos experimentamos sueños lúcidos de forma natural, existen técnicas que pueden ayudar a inducirlos. Por ejemplo, siguiendo el ejemplo del psiquiatra que acuñó el término, mantener un registro detallado de nuestros sueños en un diario puede aumentar nuestra conciencia sobre ellos y, con el tiempo, permitirnos intervenir.
Otra técnica recomendada para inducir sueños lúcidos se conoce como el 'test de realidad'. Es tan simple como hacer comprobaciones durante el día, como mirar nuestras manos y contar los dedos, para entrenar nuestra mente a hacer lo mismo en los sueños y así distinguir entre el estado de vigilia y el sueño.
Una segunda práctica común es el 'despertar para volver a la cama' (WBTB, por sus siglas en inglés). Consiste en despertarnos después de haber dormido aproximadamente 5 horas y mantenernos despiertos durante unos 10 minutos. Esta interrupción ayuda a que nuestro cerebro entre en un estado de alerta y alcance la fase MOR (movimiento ocular rápido) más rápidamente cuando volvemos a la cama, lo que facilita la inducción de sueños lúcidos.
Una tercera técnica ampliamente respaldada por la ciencia es la 'inducción mnemotécnica de sueños lúcidos' (MILD, por sus siglas en inglés). Consiste en practicar visualizaciones antes de dormir y repetirnos a nosotros mismos que seremos conscientes durante el sueño. Estudios científicos han demostrado que la combinación de estas tres técnicas constituye el mejor entrenamiento para alcanzar el control sobre nuestros sueños.
Los sueños lúcidos no solo son emocionantes, sino que también tienen beneficios prácticos. Las investigaciones sugieren que pueden reducir la gravedad del insomnio y los síntomas de ansiedad. Además, son útiles para enfrentar pesadillas recurrentes, ya que nos permiten intervenir conscientemente en el sueño y cambiar su curso.
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