Cómo mantener al loro eclectus en cautividad: "Son medianos, territoriales, y se alimentan sobre todo de frutos"

Una pareja de loros eclectus.
Una pareja de loros eclectus.
MEHMET TURGUT KIRKGOZ / PEXELS
Una pareja de loros eclectus.

Aunque no son excesivamente comunes en los hogares españoles, más allá de periquitos, agapornis y ninfas, hay un montón de especies de psitácidas que conviven con nosotros como animales de compañía. Un ejemplo de estos es el loro eclectus.

Hasta hace poco, las similitudes entre las cuatro especies que hay de estos loros nos llevaba a pensar que solo había una, pero hace unos pocos años empezaron a diferenciarse en cuatro diferentes, aunque muy parecidas entre sí.

Así lo explicas Roger Valls, cofundador de la asociación Avetropic, cuya misión es salvaguardar el bienestar de las psitácidas que viven en condiciones de cautividad. "Son loros medianos, que pesan alrededor de los 300 gramos, aunque pueden llegar a pesar 400", detalla.

"Son nativos de Nueva Guinea, Indonesia y de las zonas más al norte de Australia", añade el experto. "Son loros de cola relativamente corta terminada en plano, por lo que no hacen vuelos muy largos, si no que van de árbol en árbol, aleteando muy rápido".

La característica física más llamativa de estos loros es que los machos y las hembras son completamente diferentes. "El macho es prácticamente de color verde en su totalidad, mientras que las hembras son rojas", cuenta Valls. "Por este motivo, se pensaba que eran de especies distintas, además de no pasar mucho tiempo juntos, como sí es habitual en otras especies".

"El motivo por el cual la hembra es más llamativa que el macho es por la alta competencia que hay de nidos que ha favorecido a que desarrollen una secuencia sexual", expresa. "Se quedan muy cerca de ellos y los monopolizan para que no lo tomen otras hembras".

Además, otra curiosidad que les diferencia de otros loros es que no son monógamos. "Cada macho intenta copular con varias hembras y les lleva comida a todas ellas, mientras que las hembras también son alimentadas por varios machos", detalla el especialista en psitácidas.

"Es un sistema muy curioso y diferente al resto, ya que lo normal es que el macho sea más colorido para llamar la atención de las hembras, pero en este caso, tiene que pasar desapercibido para camuflarse entre los árboles y obtener alimento, mientras que las hembras llaman más la atención para atraer a los machos a los nidos", comenta Valls.

Podrían considerarse frugívoros

En cuanto a la dieta, el loro eclectus también es un tanto particular. mientras que la mayoría de los loros son granívoros, herbívoros generalistas que se alimentan de semillas, frutos, flores y vallas, entre otros, estas psitácidas son generalistas que se alimentan sobre todo de frutos, por lo que podríamos llamarlos frugívoros.

"En cautividad, lo más recomendable sería seguir con las mismas fracciones que el resto de psitácidas (pienso, hortalizas y verduras y alimentos extra), pero cobraría un valor mayor la proporción de frutas", recomienda Valls. "También es importante tener un aporte de nutrientes más concentrado".

Mientras que otros loros trocean la comida, el eclectus lo mastica todo mucho, como si lo hiciera polvito antes de comérselo

En este sentido, el experto recuerda que en el casos de los eclectus es importante aportarles frutas y hortalizas ricas en vitamina A como zanahorias, pimientos rojos, papayas o mangos. "Esto es fundamental porque son alimentos más ricos en agua, para lo que su cuerpo está optimizado", detalla.

"Además, mientras que otros loros trocean la comida, el eclectus lo mastica todo mucho, poco a poco, como si lo hiciera polvito antes de comérselo", agrega como curiosidad. "Esto debe tener en cuenta a la hora de preparar un adecuado enriquecimiento ambiental".

Otro aspecto que debemos tener en cuenta a la hora de mantener esto animales en cautividad es que existe una diferenciación clara entre la actividad de los machos y el de las hembras. "Las hembras son mucho menos activas en su día a día, mientras que los machos son loros con la necesidad constante de hacer cosas, son muy activos", advierte Valls.

"No obstante, aunque las hembras necesitarán una menor actividad, hay que tener en cuenta que tienen un sentido de la territorialidad muy desarrollado y que tienden a buscar huecos y recovecos donde formar sus nidos", añade.

En este sentido, el experto en psitácidas avisa de que este comportamiento puede traer problemas a la convivencia. "Mantener parejas de esta especie es un poco difícil porque las hembras se vuelven muy territoriales y agresivas, algo muy habitual en cautividad", concluye.

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